Principio del placer en lunes.
Hay
que huir,
huir por las esquinas y encerrarse en los últimos pisos,
porque el tuétano del bosque penetrará por las rendijas
para dejar en vuestra carne una leve huella de eclipse
y una falsa tristeza de guante desteñido y rosa química.
(F.G. Lorca)
huir por las esquinas y encerrarse en los últimos pisos,
porque el tuétano del bosque penetrará por las rendijas
para dejar en vuestra carne una leve huella de eclipse
y una falsa tristeza de guante desteñido y rosa química.
(F.G. Lorca)
Mujer a la que canta el poeta con voces de mercurio y cadmio, abrigados sus ojos con luceros, nocturna soledad, sin aspavientos, sin gestos de oropel, sin más mentiras que el silencio, alterada de emociones, melancólica, fiel a las cadenas, resguardada de la lluvia en aleros de palabras, en edificios de voz, no escuches la injuria del cantor, no sus embustes, no la lanza de sol de sus miradas, quiere amueblar tu mundo con ternura, sin salmodia de brujas a lo lejos, crece el cielo, los continentes se alejan, se pierden en océanos rotos, helados, torrentes de estrellas, el aire poblado de alacranes, batalla de simios heridos de colores, un buhonero con negra faja de ausencia quiere venderte el nunca, te ha comprado la sonrisa y los papagayos se ríen en las nubes, no escuches más su canto, principio del placer que nos llenaba.
2 comments :
Y tercera vez que intento publicar comentario. Otra ya hubiera pensado "no está de dios que comentes, tal vez mejor dejarlo"... más aún si en las dos intentonas anteriores iniciaba con una disculpa por ponerme pesada en el comentar... contradicciones nos hacen... será...
Le decía cómo es que a veces da miedo leerle... miedo por la descarga que provoca ver una paranoia en la que mi yo se ausenta parapetado en el yo que sabe disimular mis ausencias de todo y todos, y que en principio, sólo yo, unión del yo ausente y el yo que se encarga de taparlo, sabemos... y sin embargo... aparece en letras que otro, usted, redacta...
Estuve de viaje. Tropecé con un mercado de libros. En mi manía de acariciarlos ahí, expuestos horizontales sobre la mesa, los dedos imantan con un Zweig... anda! me digo... No provoco nada y me sorprendo por todo... no sé...
No se moleste si le digo que creo que tiene usted electricidad en el escribir...
En esta entrada no sé decirle más nada... igual debiera haber hecho caso de que cada intento se complicara y no consiguiera publicar jeje
Electricidad... así es...
(lunes y placer son palabras que aún se me contraponen... le admiro si además de eléctrico es valiente y sabio! cómo no leerle!)
Un abrazo, y ay! disculpe el todo incoherente de todo...
India, no te contesto, no puedo, no sé, hay momentos de arrebato, un zass en el que uno entiende de qué va esto y se queda sin palabras, seco, agostado, para qué hablar/escribir si hay un pájaro posado en alguna parte del pecho, aquí dentro, donde se forman las emociones a veces plácidas, a veces tormentosas, así no se escribe, no se entiende, qué dice, no hay coherencia, qué desparrame de metáforas, qué c. quiere decir, pero a veces llega, debe ser un tema de frecuencia, no de repetir, no, de frecuencia, de cierta intensidad perceptible a partir de un índice sonoro, bzzzzzzzzzzz, ese no lo escuchará jamás, aquel no sabe qué es eso, tú lo sabes (no sé si es una pregunta o un afirmación), coño pon un punto de vez en cuando, no, que se me va la idea, durante años solo he tenido una idea (sexo), creo que ahora también la tengo pero he añadido otra (muerte), tan elemental, tan primitivo, cuando bebía podía recitar poemas enteros, larguísimos, un marinero argentino se mosqueó conmigo porque recité un poema de Dávalos y le pareció un sacrilegio ¿viste?, en mis condiciones no podía defenderme a puñetazos y algún amigo le dio una paliza en una rincón oscuro (yo le pegué al día siguiente, por flojo y abusón de mi faceta rapsoda, habrase visto) cuando amaba podía llorar de emoción sobre/junto/entre/bajo la mujer a la que idolatraba tanto como para romperme el alma y el cerebro y el corazón y dejarme llevar por un río melancólico y porque te cuento todo esto, fácil, llevo ni sé los años, cada día, dejando humildes intentos de ceniza y voces secas mezcladas con azafrán por los rincones de esta red de aire y soledad, a veces surge el milagro, vos, y me alegro, me alegro tanto, aún hay esperanza aunque alguien me diga, esto de hoy lo repetiste, qué listo, qué pavo, pues claro, no se puede dilapidar el agua, que hay sequía, que se mueren de sed las golondrinas, que hay un hombre bajo mi ventana vestido de negro y cantando en un idioma que no conozco, tantas cosas no conozco, ya, pero te leo India y aunque no entienda, siento, se me vuelve la tráquea terciopelo y acabo de abrir la jaula de las palomas, desactivo la trampa para los jabalíes y que corran los mastines de mis dudas por el cieno, este es un club para muy pocos, un día se apagarán las luces y no quedará ni rastro de quién fuimos y, ya ves, este es un agradecimiento, otro más, a lo que me dices o a lo que entiendo o a lo que me ayuda o a mi estupidez, me emociono, leches, me emociono.
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