Astato (impossibly beautiful).
Se
agriaban los días y el viento desencajaba puertas abiertas a lo silvestre, al
rododendro, al martillo golpeando la piedra del altar, los jilgueros volaban ebrios
con aceite en sus picos.
Buscamos
la culpa revolviendo en el vertedero junto a la playa mientras de la ciudad llegaban
noticias pestilentes y el odio.
Sobre
la mesa cerezas, manzanas y la herida, insectos y serpentinas bajo la alfombra
del salón, un gato tiznado en el alfeizar, moscas, Isabel gimoteaba y entonces
llegó el otoño.
Después
nos dormimos, asustados, abrazados.
3 comments :
Buenos días.
Bello, siempre bello...
Muchas gracias.
corto y precioso
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