Herida
A la estéril fuente del recuerdo
entraba la luna a cuchilladas,
abriendo los ojos de la noche,
un manantial de luz derramada.
Transparente se tornó la memoria,
mudos los mirlos, campos blancos,
árboles quietos -¿eran álamos?-
En la ebriedad incesante, solitaria,
dije la palabra exacta -vuelve-.
Y la herida se cubrió de rosas.
entraba la luna a cuchilladas,
abriendo los ojos de la noche,
un manantial de luz derramada.
Transparente se tornó la memoria,
mudos los mirlos, campos blancos,
árboles quietos -¿eran álamos?-
En la ebriedad incesante, solitaria,
dije la palabra exacta -vuelve-.
Y la herida se cubrió de rosas.
3 comments :
Hermoso!!! Tanta belleza sólo me sugiere algo... desángrate, me dice, y sí, quiero derramar mi voz... gritar hasta donde las fuerzas me permiten, hasta donde dos vientos se quedaron sin ojos, sin oidos... hasta donde recuerde que nunca los tuvieron...
La de cosas que a una (no) se le ocuerren despues de leer algo así...
un beso para usted
Te echaba de menos, y confiaba mucho, sabía que el momento llegaría que podría estar tranquilamente un día desde mi portátil escuchándote, leyéndote, mirándote,....
Muchas gracias, Pedro, muchísimas gracias por estos momentos, gracias por compartir tanta belleza, alegras, enriqueces los instantes, es un lujo estar aquí, a veces es así....
Este poema agarra la emoción.
Un abrazo enorme
myuy buena poesia aunque si un poco triste..
Publicar un comentario