lunes, 3 de noviembre de 2008

Cariño mío.

La forma es una forma de manifestar el fondo

y el fondo es en el fondo una forma de ser.

(Roberto Loyas)



Cariño, el sábado cenaremos en casa de los Sánchez –dijo mi esposa desde el dormitorio.
Vale- respondí-.
¿Qué llevaré? -continuó- ¿Me pongo el traje rojo? Seguro que Ángeles estrena algo, menuda es... No, prefiero el azul con reborde blanco. O el verde. Pedro ¿tú qué crees? No sé...
Con todos estás perfecta, mi vida. –le dije- Eres la belleza.
Adulador –suspiró-. No creas, ¿se me nota que he engordado?
Estás divina, –zanjé- no les des vueltas.

Pensé que Luis Sánchez es uno de mis mejores amigos, que nos conocemos desde chavales, que juntos hemos pasado un buen trecho de nuestras vidas, que hemos compartido descubrimientos y placeres, penas, que nos hemos ayudado, apoyado, que hemos criado juntos a nuestro hijos, que hemos estado ahí, el uno junto al otro, tanto en los momentos buenos como en los malos.
Cuando hace dos años Carmen y él se divorciaron, vino a vivir a nuestra casa, aquí estuvo más de tres meses, me agradó poder estar a su lado en aquellos días tan duros.
Una decisión así es difícil de tomar y a pesar de tener el apoyo de su hermana y de sus padres, para Carmen también fue un momento grave.
El tiempo todo lo cura y ambos, cada uno a su manera, han rehecho sus vidas.
Ella se ha dedicado a sus dos hijos, estudia, alguna vez la hemos visto acompañada, nos saludamos, charlamos, conserva su sonrisa, su dulzura.
Él conoció a Ángeles y al poco tiempo se fueron a vivir juntos. Se complementan a la perfección, se les ve muy felices, acaramelados, se llenan de carantoñas. Ángeles tiene un hijo de ocho años que se lleva muy bien con los hijos de Luis.
Solemos juntarnos los cuatro y pasamos muy buenos ratos.

No se te ocurra contarle nada –dije por el teléfono-.
Pero no puedo engañarle así, Luis no se lo merece –contestó-.
Ocurrió hace demasiado tiempo, aún no le conocías –añadí- solo conseguirás que se disguste, que tengamos todos un problema. Recuerda que yo estaba casado y mi mujer no sabe nada de aquello nuestro.
No puedo soportarlo más. Cuando estamos los cuatro y me miras, cuando te miro. No sé fingir. Un día se dará cuenta –dijo-.
Escucha, Ángeles, lo nuestro fue muy hermoso pero es un tiempo de ayer. Éramos adultos y fue un flechazo, perfecto, nos amamos, nos disfrutamos y terminó, han pasado más de nueve años. ¿Qué quieres decirle? – y cambié el tono de mi voz- ¿Quieres contarle como follábamos? ¿Quieres decirle con detalle cómo nos veíamos en aquel ático tan frío en invierno? ¿Qué pretendes? ¿Quieres arruinar mi vida?
Tú siempre tan desprendido, tan generoso. Lo siento, Pedro, se lo diré, tú no significas ya nada en mi vida, pero él sí. Debo ser honesta con mi compromiso – seguía, mientras escuchaba lo que parecía un principio de lágrimas-, con lo que Luis me ha dado: tranquilidad, ilusión, respeto, ternura, paz, tantas cosas. Casi todo lo que tú no me quisiste dar. No me hagas hablar más, dejémoslo así, haré lo que diga mi conciencia.
Vale, pero solo conseguirás estropearlo todo. Eres idiota, Ángeles, vas a jodernos bien jodidos. Y colgué el teléfono.

El sábado tenemos cena en casa de los Sánchez.
Mi esposa llevará el traje rojo.


Consulta: Si fueras Ángeles, tú ¿Qué harías? ¿Se lo contarías?


44 comments :

Unknown dijo...

Buena historia, hummmm... como la vida misma. Na.... aunque el pasado siempre debe ocupar su sitio... Yo, lo que haria.... pues, depende.
Ya.. yo, tambien te quiero. Besos

ZenyZero dijo...

Pero qué enrevesadas son las tías. El amor es ciego, y sordo, pero no mudo.
Yo no se lo contaría. Para qué, como dice Pedro, total para joderlo todo.

Un abrazo. Chuff!!
*******
(Me ha costado entrar en tu sitio. No me preguntes por qué. No tengo ni idea, pero la página no se cargaba. Esta noche lo conseguí, por fin)

Anónimo dijo...

No se lo contaría, ni siquiera cuando volviera a suceder.

Me encantan las historias con café.

Bang.

Lirium*Lilia dijo...

No en ese momento, porque ya se lo hubiera contado mucho antes. Claro, no hubieras podido escribir esta escena. Me gusta tu estilo. Descubrí entre tu música a Piazzolla, quien vivió su infancia aquí (Mar del Plata) y lo elegí sin saber de qué iba la historia, lo que le dio un saborcillo algo tanguero, argentino. Me sorprendió sobre todo Oblivion porque desde hace un tiempo lo he encontrado en algunos blogs y no es lo más conocido de él.
Un beso.

Anónimo dijo...

No sé si Ángeles es tan imbécil como para contarle como follaban, pero sí que tu eres tan buen cuentista como para sugerir, algo más, no sé... por ejemplo, ¿De quién es, biológicamente, el hijo de Ángeles? etc. etc.

Yo le diría a tu protagonista que se invente un dolor de muelas, Las cenas con ex-amantes suelen acabar fatal. Hace un mes, una señora con vestido rojo casi me saca un ojo.

Besos con sabor a fresa.

(Tenías razón, esto de los anónimos es un lío, unos mandan tiros y otros, besos).

a-escena dijo...

No creo que invitara a cenar a mi casa a un antiguo amante casado. No creo que hubiese tenido un amante casado. No podría contar lo que no hubiera hecho.

Belén dijo...

Yo no diría nada, hay mas que perder que de ganar... eso si, no os invitaría a cenar a casa, eso tenlo por seguro :)

Besicos

Tempus fugit dijo...

jajaja¡¡¡
¡¡¡¡Si yo fuera Ángeles volvería contigo!!!
¿Es un globo sonda para descartar a alguna de tus admiradoras? ;)

un abrazo,maestro

gaia07 dijo...

Yo se lo hubiera dicho el primer día en que supiese que erais amigos, total acuerdo con De Lirium. No concibo una relación con secretos, mucho menos no tener la libertad de poder contar mi vida a la persona que necesito que me conozca, y por supuesto negar su libertad a tomar decisiones conociendo la realidad de las relaciones que mantenemos. Si no es capaz de asumir mi vida no me interesa su futuro. (En la situación de Luis me gustaría exactamente lo mismo). De hecho no me encontraría nunca en el dilema que planteas.

Y totalmente de acuerdo con De cenizas.
Contesta tú a la pregunta Jajajajajaja. Aunque adelanto a De cenizas que no me disgusta compartir admiraciones por este señor, y lo sabe.

Un beso divertido Pedro jeje.

Pedro M. Martínez dijo...

La vida misma LOBITO no sé cómo es, cada uno sabrá la suya.
Conozco vidas que…
La mía, hoy, está siendo lluvia, carreteras atestadas de coches, malas caras y ambiente entre gris y negro.
Hoy es lunes, así es mi beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Estará caprichoso este sitio ZenyZero, como el que lo mantiene.
Las tías y los tíos somos muy raros (unos más que otros)
El amor, además de ciego y sordo, es paralizante, atonta.
Llevo así ni sé.
Qué cosas.
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Bang, yo pongo el azúcar y una cucharilla.

Pedro M. Martínez dijo...

De Lirium soy, cuando quieras hablamos de música y músicos argentinos.
Escucha a Barenboim (con Mederos y Consoli) tocando “Invierno porteño”, o “Adiós Nonino”. Y goza.
Gracias por tu comentario.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Segundo Anónimo de Hoy tienes razón, Ángeles es imbécil, yo soy un cuentista, el hijo de Ángeles no es mío, esto de los anónimos es un lío y prefiero las fresas a los tiros.

Pedro M. Martínez dijo...

Nunca digas “de esta agua no beberé” a-escena.
Y eso de “torres más altas han caído”
A mí, al principio, Ángeles no me gustaba, luego las cosas se enredan, que sí, que no, que bueno. Y acabas follando como locos.
En fin, perdona, me he dejado llevar por el cuento.

Pedro M. Martínez dijo...

Entonces, Belén ¿dónde ceno yo?.
Que dices, que no dices, vale, pero ¡quiero cenar!
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Eres un tío inteligente De cenizas.
Esa era la respuesta.

Y no tengo admiradoras, chaval, quién lee este blog es demasiado inteligente para andarse con historias, lee, comenta (si le apetece) y se va a otro.
Si tengo amigos y amigas que he conocido gracias al blog. Y te puedo asegurar que son personas extraordinarias (un beso para ellas y un abrazo para ellos. Ole).
Y un abrazo para ti, celosón.

Pedro M. Martínez dijo...

Contigo tengo confianza, gaia07: tengo un lunes horrible.
Se me ha caído la cartera con todos los papeles, las ofertas, todo lo que llevaba (mucho) justo encima de un charco. Grrr.
Me he hundido de agua de acá para allá
Me molesta la espalda (luego me quitan el drenaje).
Y para colmo Ángeles la quiere montar esta noche.
Es que no somos nada.

Menos mal que nos queda Portugal.
Y tú, tan simpática (no le digas nada a Luis)

Ay, cómo lo pasamos.
Un beso, belleza.

Lo peor es que en el fondo estoy contento, o soy muy optimista o un tontolculo.
jajajajajaja

gloria dijo...

No es buen momento está claro. Pero no sé qué haría Pedro, no es fácil.

Si piensa en él debe callarse.

Si piensa en ella contarlo, para calmar su conciencia.

No sé decirte si en el amor soy egoísta o altruísta, la verdad.

Besos. Muy bien contado.

El peletero dijo...

Yo, aunque no tenga ningún título de nobleza sí he adoptado, a mi manera, un lema que me regaló un abogado de barbas blancas y adúltero compulsivo. “No digas nunca la verdad, si lo haces estarás perdido para siempre. Aunque te atrapen con las manos en la masa, o con ella metidos ambos desnudos en la cama, niégalo todo, no cedas nunca.” Así pues: “no me creo nada de lo que me dicen y solamente la mitad de lo que veo”. No me ha fallado nunca.

Saludos.

a-escena dijo...

No he dicho que nunca lo haré, he dicho que hasta la fecha no lo he hecho, y a como todo el mundo, he tenido alguna oportunidad en alguna ocasión. Y también he dicho que no creo que lo haga.
Y sí, puedo afirmar que no los invitaría a cenar. Tengo el estómago delicado.

Pedro M. Martínez dijo...

A estas alturas del día gloria, ya no me preocupa que lo cuente o no, ya estoy pensando en el post de mañana.
Es que esto va tan rápido.
Vivir, digo.
Gracias, reina, un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Lo había leído en tu blog, El peletero.
Seguiré tu consejo.
Y si hace falta enveneno a Ángeles durante la cena.
Y después negar, siempre negar.
Muchas gracias,
Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

a-escena, vale, vale, no se me enfade, bella dama.
Este es un blog con un amplio sentido del humor.
Y cuídate ese estómago ¿ves? Yo como de todo.
B
eso tus manos.

Margot dijo...

Ummm, no sé, la sinceridad está sobrevalorada me parece a mí. En cualquier caso soy de las que opinan que el pasado es cosa de cada cual y que no debe cuentas a nadie, salvo a uno mismo que para eso lo vivió.

Me aburren los amantes culpables, eso también.

Pero tus cuentos... quiá! no me aburren ná, naita, naita, eim?

Beso, cariño mío.

Pedro M. Martínez dijo...

Margot, cariño mío, es que si no pregunto no contestan.
Lo que pasó, pasó.
A veces hasta se me olvida lo que pasó.
Nunca lo que quiero que pase.
Ahora.
Solo hay ahora.
Y, mira, resulta que ya es antes.
Las amantes con remordimientos me aburren.
En general todas mis amantes.
Prefiero a mi santa.
Y contar cuentos.
A veces me los creo.
Hoy no.
Es lo que tiene escribir.
Te beso el omoplato.
Derecho

Anónimo dijo...

Todos tenemos un pasado y contarlo o no es decisión de cada cual. No deberíamos sentirnos obligados a ello, ni presionar a la pareja o escudriñar en su pasado de forma insana.
Si tuviera veinte años y alguien me hiciera esta pregunta, diría rápida e ingenuamente: Sí, sí, hay que contarlo todo.
Hoy, antes de dar un paso o una respuesta, plantería un montón de preguntas. El caso que propones es de los más complejos por la relación de amistad y afectos que se establecen entre cuatro personas:
1- ¿Tiene la pareja de Ángeles la suficiente madurez para entender esa historia pasada entre su mujer y su mejor amigo? Tal vez pueda entenderlo desde el punto de vista de la razón... Pero, y los sentimientos? A veces nos traicionan, van por otro lado, y son difíciles de controlar.

2-¿Se debe tener en cuenta la petición de guardar secreto por parte de la persona con la que se mantuvo la relación, teniendo en cuenta que Ángeles es la mujer de su mejor amigo? ¿Se está traicionando una amistad?

3-¿Beneficia a alguien contar esa historia pasada?

4- ¿Qué consecuencias se podrían derivar de contar ese pasado para esos cuatro amigos?

Si me piden mi opinión diría: que pòr parte de Ángeles se trata de descargar egoístamente la conciencia, esa "mala conciencia" que la invade, de liberarse de ese peso y traslardaselo al otro, Quiere obtener la "absolución", el "perdón" de una "culpa" ( ¿será la educación cristiana?) y no se para a analizar las consecuencias de su decisión.
Yo diría que NO, que no hay que contarlo, que hay que saber callar y aprender a convivir intimamente con aquello que nos molesta o que nos pesa, porque hay "verdades" que no construyen nada, sino que destruyen y hieren profundamente a los otros sin aportar nada bueno. Creo que es un comportamiento egoísta, irreflexivo y poco inteligente. No se trata de hipocresía, se trata de prudencia y de entrar a valorar que se está jugando nada menos que con la amistad de toda una vida entre dos amigos, la buena comunicación y la confianza de las parejas. Ese pasado es eso, un pasado que ya no tiene vuelta atrás y que no está dañando el presente. Si se pone sobre la mesa puede ser una bomba peligrosa. Ya sabemos que desde el punto de vista de la razón, todos entedemos casi todo... Pero y las emociones y los sentimientos?... Si se tratase de mi pareja,me jodería que me lo contase y pensaría una frase de Castelao. "Hay homes -ou mulleres- que non saben calar" Joer, que discurso me ha salido ...
Dama Shandy, dixit.

mirada dijo...

Construir lealtad es lo más importante...
Dicen las mujeres sabias que el hombre cuánto menos sepa de una mucho mejor :-P
No hay que darlo todo hecho y por sabido. Mantener la emoción, seguir sorprendiéndose, paso a paso...
Muchos besos, por mitades, lo que haga falta...ya lo sabes.

Unknown dijo...

MMMM!!!

Hijolesss!!! Que complicado puede resultar ser sincero en estos días jajaja!!

Mira .. yo no diria nada .. paque?? hay un dicho : LO QUE NO FUE EN TU AÑO , NO FUE EN TU DAÑO... jajaja!! la otra.. es que la chica le guarda rencor al tal Pedro.. jaaj!! y una mujer despechada... es muy peligrosa jajaja!!!

Besote de nuez y chocolate...!!!!MMM!!

P.D. ACUERDATE DE MI EL 5 DE NOV...

Pedro M. Martínez dijo...

Abrumado Dama Shandy
Ya lo has dicho todo.
Solo puedo añadir: gracias.
Qué razón tenía Castelao. Ya ves, me ha gustado mucho que lo cites.
Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, o sea, como en un blog ¿no?
Mantener la emoción, seguir sorprendiéndose, paso a paso...
Besos de mi mitad buena

Pedro M. Martínez dijo...

Piel
Sí, eso sí que es dolorosamente cierto (una mujer despechada... es muy peligrosa) Y que conste que lo has dicho tú que luego no quiero líos feministas, que si los hombres más, que si tal, que si cual.
Besos

Anónimo dijo...

Yo no se lo contaría... ¿Para qué meter el dedo en una herida que está cicatrizada y que encima ni se ve? Lo pasado, pasado está. A veces es necesario mentir, por muy bonito que quede eso de decir "hay que contar siempre la verdad"...

Besos

Anónimo dijo...

India, y que ni siquiera es mentir, que es omitir.

Lili

Lila dijo...

Excelente fondo musical, soy partidaria de que como individuos debemos tener cierta intimidad. O dejaríamos de serlo y pasaríamos a ser prolongaciones de nuestros amores.

Besos.

Pedro M. Martínez dijo...

Vale India, ya le digo que no se lo diga.
Aunque conociendo a Ángeles no creo que nos haga caso.
Besos

Pedro M. Martínez dijo...

Lili, ya, se empieza omitiendo y se acaba ni sé cómo.
Que selo cuente, que se lo cuente.
(Así escribo otro post visto el juego que ha dado este)

Pedro M. Martínez dijo...

Esperanza estoy de acuerdo en las dos cosas.
Me gusta la música y no quiero ser prolongación de nadie (al menos todo el rato)
Saludos.

mirada dijo...

Pues claro, tu blog me sigue sorprendiendo, incluso aunque te haya leído un montón de veces, incluso bises...
Mis enhorabuenas desde aquí, también.
Se disfruta mucho.

Inuit dijo...

¿Qué llevaré? (me reconozco en toda la discursiva que sigue.)
Adulador –suspiró (nos encanta que nos digan esas cosas y lo dicen tan pocas veces)
Lo último muy fuerte, pero ya se sabe, la carne es débil...a seguir con la vida y olvidar lo olvidable. Si te contara.
Inuits

Pedro M. Martínez dijo...

Besos Mirada, hoy me levanto cansado de este blog, ya ves.

Pedro M. Martínez dijo...

Serán otros Inuit, Pedro (el protagonista del cuento) las dice constantemente.
Y cuenta, cuenta.

ana p. dijo...

A mí me parece una situación de comedia costumbrista y aburguesada a lo Poncela, en la que nadie es del todo inocente. Nada es realmente lo que parece y todos se ocultan tras una máscara.
Ángeles juega a quitársela, pero sin duda se pondrá otra. Pedro intenta deterner el efecto mariposa y su mujer vive sin vivir en ella.
No creo que decirlo o no decirlo vaya a cambiar nada en la vida de estos personajes.

Pedro M. Martínez dijo...

La verdad ana p., entre tú y yo, a mi me parecen todos bastante inocentes.
Poncela, cuanto tiempo sin oír hablar de él.
Gracias por tu comentario.

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