sábado, 10 de mayo de 2008

Ponga un anciano en su vida.

Sans doute avait-il la fièvre. Mais
peut.etre la fièvre permet-elle de
voir et d`entendre ce
qu`autrement on en voit et
n`entend pas.

(Marguerite Yourcenar)


1º día.-Vale, encantado. Pero vienes porque quieres, yo no te he llamado. Te mandan los curas, esas viejas o san Pedro, pero yo no he pedido ayuda. Vamos a dejarlo claro, soy cojo y tengo mal genio así que no me toques los huevos. Si quieres traerme el periódico o comida para ganarte el cielo o lo que sea, es tu rollo. Pero no quieras comerme el tarro porque para cuando tú sales yo ya he llegado y enseguida te mando a la mierda.

2º día.-Tío, pero como se puede ir por la calle con esa pinta, con pendiente y ese pelo rubio teñido. ¡Pareces una nena! No digas que vienes a mi casa porque los vecinos van a creer que me he cambiado de acera. Alcánzame el bastón. ¡Que me alcances el bastón, joder! ¿Eres sordo? . Vaya ayuda de los huevos.

5º día.-¿Qué traes hoy?, rubio. Tengo las manos heladas. ¿Hace frío en la calle?. Así, de espaldas te pareces a mi amigo Javier, pero con mas pelo. Ese si que era un tío. Nos tirábamos las hembras a pares. Seguro que tu no follas. Al chaval no le dejan los curas, es pecado ¿no? Los jóvenes de hoy en día estáis atontados.

8º día.-Tengo un día horrible, me duele la cabeza y la espalda. Esta pata me destroza. Da la luz, chaval, que esto parece una cueva. No, no pongas la tele que me aburre. Cuéntame algo. ¿Tienes novia? ¿Le dejan al niño salir con chicas? A tu edad ya me había tirado a todas las tías del barrio. ¿De qué te ríes? so capullo.

10º día.-Siéntate ya, joder, deja ya de dar vueltas, me mareas con tantas vueltas. Y escucha, coño. ¿A qué vienes? Yo no nací viejo, ni cojo, ni he estado solo toda la vida, ni he vivido siempre en esta casa miserable. He tenido mas tela que toda la que veras en toda tu puta vida. Siempre he llevado corbata, no como ahora. He salido con mas mujeres que nadie. Me he pegado con tíos de dos metros que no entraban por esa puerta. ¿Qué pasa? Sí, está muy rico, ponme más. No, no está frío, gracias…. Y tenía amigos.

15º día.-Vete de aquí. Sal rápido antes de que te raje. A ti que cojones te importa. Con qué derecho me preguntas nada. No tengo a nadie. ¿Qué pasa?. Ni mujer, ni hijos, ni hermanos, nadie. Estoy solo, solo y bien contento. ¡A ti que cojones te importa! Dame esa foto que te doy con el bastón. Dámela te he dicho. Y vete, no quiero que vuelvas, ¡vete! .

18º día.-Sí, por favor, de parte de José Urrutia. Dígale que le he llamado. Por favor, dígale si puede pasar por mi casa. Muy amable, muchas gracias.

21º día.-Ahora vienes? Por mí te puedes ir a tomar por el culo. No me haces falta para nada. No, no tengo hambre. Como si te la machacas. Bueno, ponme otro cazo. Fruta no quiero. ¿Qué te ha pasado en la cara? Seguro que te han dado de hostias, eres un blando. A mí no me hubiesen puesto la mano encima. Joder, te echaba en falta.

22º día.-No, yo no voto. Son todos una cuadrilla de ladrones. Todos. ¿Qué? Si, está bien, un poco bajita. Pero como te puede querer a ti con esa pinta que llevas?. Seguro que es como tú, una hippy. De todas formas, como ahora todos vivís arrimados. No se casa ni dios. Y no me extraña. Pon la tele que hay partido.

23º día.-Escucha, no tengo mucho dinero. Aquí iba a estar, aguantando putadas de estos cabrones de vecinos. Pero, atiende, si algún día vienes y me encuentras picha arriba, busca en el último estante de mi armario. En una caja de metal, debajo de unos papeles, tengo cuatro duros. No sé por qué te cuento esto. Tú, nenaza, como vea que te acercas al armario te corro por toda la casa. Solo si me encuentras frío. Y no se lo digas a nadie. Prepárame un café, por favor.


Un día.- Al caer, la cabeza chocó primero en un saliente del balcón del cuarto piso. El cuerpo, como un pelele, giró sobre sí mismo, los brazos abiertos, las piernas en un ángulo imposible. Con un golpe seco se estrelló contra el pavimento. Del cuello cortado del viejo manaba sangre en abundancia. Después silencio.
Del portal salía un joven rubio con una caja de metal debajo del brazo. Sin mirarlo siquiera, pasó junto al cuerpo inmóvil y se perdió en un callejón. En lo oscuro, tiró una navaja ensangrentada.

Aquí



22 comments :

irene dijo...

Yo que estaba pensando, ¡qué bonito! hasta la fiera más salvaje,se vuelve mansa y mimosa si recibe cariño y cuidados. Con el amor, las corazas caen, se desintengran.
¡Jo, Pedro!, de acuerdo, cada uno termina sus cuentos como le da la gana, pero así, qué triste, pocos jóvenes son como este rubio, y ¡zas!, le toca al pobre viejo, la vida es dura.
Vil metal, ¡qué asco!
Un beso de ancianita, pero sin un puto duro, no quiero ver al rubio.
No me había dado cuenta ¡soy la primera!

Pedro M. Martínez dijo...

irene, los cuentos, cuentos son. Luego viene la realidad y es todo más duro.
Este cuento, hoy, salió así.

Y tengas la edad que tengas no te veo yo de ancianita, te sobra vitalidad.
Te voy a dar un beso, señora mayor, para pasar el susto.
Guapa.

Nikté dijo...

Y yo que me estaba descojonando de la risa que casi espurreo el café y to en la pantalla y me digo: ains, mi Pedro que me está poniendo contenta con el cojo machote (al que adoro) y tu vas y ¡zas! te lo cargas y sacas las miserias de las mas miserias y se me hace un nudo la tostada y ya no me sabe igual el día, ya veras, ya no fregaré los platos del desayuno canturreando, ahoro me acordaré del viejo y el mariquita de mierda pa to el día y te odiare por haberme mostrado la realidad y te amare por hacerlo.

Єѕтnoм dijo...

Ostias!!!
Me he quedao pasmada con este final.
No me salen ni los besos.
Otro día.

Dátil dijo...

Jolín!!
qué siniestro!

(si es para acabar así, no pongo ningún anciano en mi vida)

Ésto...¿tu no eres rubio no Pedro?

Eso sí, los cuentos, cuentos son. Y contra más drama, más espanto y más salido del patrón feliz. Mejor la crítica. (O eso dicen)


Yo te beso como siempre. No habrás comido ajo no?
(por aquello del espanto)


;P

Merce dijo...

Y yo pensando mientras leía, pobre chaval, que paciencia, pero por suerte quedan jóvenes como estos dispuestos a dar su tiempo por echar una mano...joder con el rubio....

Curiosidad, ¿el rubio, lo pensó en el mismo momento en que conoció la existencia de la caja?, ¿fue un calentón por un comentario del viejo cascarrabias?...que curiosidad más tonta...

Juraría que ayer dejé un comentario en tu blog....pero no lo encuentro...¿lo hice? ¿lo hice, y no se publicó?...asco de memoria...

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté la realidad siempre supera a la realidad. Ocurre que la realidad suele ser nuestra realidad y cuando otra realidad se nos pone delante de esa realidad que decíamos se nos llena todo de una realidad que sube como una marea que asfixia y nos ahoga y te mando unas galletas de mantequilla para el desayuno de mañana, niña, que nada te falte. Y un beso de chocolate

Pedro M. Martínez dijo...

єѕтησм, quiero dejar constancia que solo lo he escrito, yo no le maté, pobre viejillo.
Y si no me mandas besos escribiré solo cuentos de hadas,

Pedro M. Martínez dijo...

Coblenza, quizás porque lo he escrito yo me parece diestro (el cuento).
Y sí, soy rubio (o lo fui)…jajajajajajajajajaja
Y la crítica (o así) suele ser favorable, más por pura simpatía que por otra cosa.
Ajo no, hoy he comido foie sobre entrecote con puré de manzana y reducción de Pedro Ximenez con patatas paja. Y vino de Rioja. Ja.
¿Beso o no?

Pedro M. Martínez dijo...

Oye, Merce, no encuentro ningún comentario tuyo de ayer.
Y no borro nada ¿eh?
El de hoy, sí.
Y dejo la interpretación del cuento a voluntad de los lectores.
Pero este beso es solo para ti.
Gracias.

Merce dijo...

Ni muchísimo menos he pensado que lo hubieras borrado. Pero estaba segura, aunque no me extrañaría que al final no lo hubiera hecho, y que sólo lo hubiera pensado...memoria de mosquito que tengo...o no se publicó... pensarás que estoy mal de la cabeza...y probablemente tendrás razón...en fin...

Otro beso solo para ti...

Pedro M. Martínez dijo...

Merce, te entiendo, últimamente olvido demasiadas cosas. Fíjate que una vez olvidé quién era.
(Menos mal que superé aquella amnesia)
Besos.

Ogigia dijo...

gracias, pedro, por tu visita, siempre te leo, ya lo sabes

Pedro M. Martínez dijo...

Hacía tiempo que iba por tu casa Ogigia. Un placer.

gaia07 dijo...

¡Magnifico!
Leerte es como oír a un contador de historias suburbanas, historias que pueden estar sucediendo ahora. Tu forma de escribirlo, de mantener la atención hasta la última palabra, consigue hacernos abrir la boca con una sonrisa, o cerrarla de golpe con una lágrima.
Un beso, guapo.

P.D. (No pondré un rubio en mi vida)

Pedro M. Martínez dijo...

Gracias gaia07, solo hay que mirar alrededor, las calles están llenas de otros, de nosotros, de espejos, de vida.
Besos de domingo antes de salir a correr.
Muchos besos.

Marina Culubret Alsina dijo...

23º, 123º...X años...
y también hay navajas más sutiles.

Sería bueno a aprender a esquivar los navajazos con movimientos gráciles, casi viéndolo como un baile. No dejar de mirar nunca la mirada de alguien que va cerrando un círculo, que sus palabras ya no son palabras como eran antes, que habla un lenguaje, otro, con una lucidez que a veces nos supera.


un abrazo

Pedro dijo...

marina, tu Ad libitum es una joya, minimalismo y buen gusto.
Y tú.
He leído dos veces tu comentario (hasta entenderlo) (ya sabes, soy hombre). Y sí, hay navajas más sutiles, algunas que hieren día a día.
La violencia me deja mal cuerpo. Incluso ahora, al leerme.
Leches, ¿para qué escribiré estas cosas)
Un abrazo.
Y gracias.

Carmen dijo...

Aminoró el paso tras varias manzanas. En el parque tomó asiento en su banco habitual, a la sombra de un viejo pino. Abrió la caja de metal. Allí sólo encontró una nota plegada: "mucho estás tardando, rubio cabrón".

Pedro dijo...

Carmen, le has dado un final genial.

Gracias.
Y besos.

Anónimo dijo...

Joer... no te negaré que era de esperar, o no, pero... deberias verme la cara de pavisosa que se me ha quedado...

Joer... Jamiroquai al comerte, Satie ahora que te escribo, no te diré que te vomito... aunque en realidad viene a ser una amalgama de lo tuyo que me he tapiñao y de lo que yo ya llevo conmigo, que no es poco jeje.

Que me has dejado muda, pero no absorta, y menos de rodillas, eso lo decido yo jajajja.

Un besazo, voy p'arriba a leerte más!

Pedro M. Martínez dijo...

Maduixeta, pavisosa, bonita palabra, pero no te pega.
La música es la que encuentro, variada, escucho de todo, alguna concesión (muchas) hago, hay gustos diferentes, y cambio.
De rodillas nunca, ni aunque pase el viático (por cierto ¿lo has visto alguna vez pasar?)
Arriba te espero.

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