lunes, 12 de mayo de 2008

Distancia de la piel.


¿Y qué carencia transforma

el precario aliento en poema

y se deforma y derrama

sólo en la página?

(Rosa Lentini)







Distancia de la piel, en esa lejanía encontró un sendero hacia el poema, un aliento entre límites y peces grises, rabia contenida de los meses bajo una cripta de besos. Se comió la rosa del idilio, pétalo a pétalo, polen y colibrís que libaban el sabor amargo del desamor.

Ahogó el ruiseñor de la época alegre, cantos que se posaban en la rutina de dos cuerpos enlazados, desenlazados, embriagados y por fin atentos al aviso de la monotonía, hombres oscuros golpeando ramas, mujeres desafiando el miedo con albórbolas detrás de sus bocas ocultas.

Recuerdos del día en que ya no estuvieron, condado de lo efímero, turbador regalo para los parias con olor a vino y reuniones en los parques. Camino desde que en sus pechos crecía la madrugada hasta el erizado gesto con la mano abierta, incertidumbre y opaco símbolo, volver a casa, turbados, pálidos, descalzos por la soledad del pasillo, pisando los renglones negros de experiencias anteriores, no aprender, camino submarino con tiburones de veneno acechando en las mareas, puertos sin fábricas de harina de pescado, sin farmacias, sin iglesia ni curas barriendo los muelles con su sotana, barcos encallados en la barra, las velas rotas, capitanes aturdidos, el práctico abrazado a una sirena, recuerdos y retazos de lo que nunca, detrás, detrás de todo no hay más que la nostalgia malsana de los que caminan hacia la muerte.

¿Dónde dirigen sus miradas los que renuncian?
Sobreviven en juegos de palabras, desterrados. Hablan a medias. El amor arrebató su esperanza, el placer del viento, la zozobra del encuentro. Bajo la lluvia de mayo se mueven como grandes pájaros altivos, aquí y allá. Nadan en la soledad de una playa que bate el viento. Han quemado sus bosques, saqueado sus graneros de esperanza. Les queda una piedra en mitad del pecho en esta distancia de la piel.


Nota: tengo el presentimiento que esto –también- lo he escrito antes. O algo parecido. No recuerdo si en esta reencarnación o en otra. A buenas horas te lo digo ahora que ya lo has leído.
Por si hay algún espíritu sensible le diré que esto que escribo no tiene que ver con lo que vivo.
Lástima que no existe un buzón de reclamaciones.


14 comments :

ybris dijo...

Poemas surgidos desde un camino urdido en la distancia.
Creo que lo entiendo.
Lejanías, recuerdos y destierros.
Poco somos sin ellos.

Un abrazo.

Margot dijo...

La piel, esa tela tan cercana, tan dermis ella y transparente y sin embargo tan superviviente, tan capaz de poner tierra por medio.

Escribir sobre lo mismo es escribir lo mismo? No, no, Pedro, niet!

Besos cercanos, de piel algo complicado, pero cercanos!

Єѕтnoм dijo...

¿Habeis visto que cachas me he puesto?

Y eso sólo con pagar el gimnasio, que no voy porque no tengo tiempo.

Ah, y los "actimeles" y las reafirmantes "qdieces".
¿Y el colorcito? nada, vuelta y vuelta en la plancha esa que no se pega ni hace humo, duele un poco, sí, pero es un momentín de nada...

Venga Pedro, anímate que llega el veranito.

mirada dijo...

lágrimas...una tras otra...
Gracias por no permitir. Mil besos.

gaia07 dijo...

“No aprender” esa es la diferencia, entre sonreír ante la imagen mental de cuerpos embriagados y, buscar dónde posar la mirada de la renuncia a ser, lo que seas en cualquier instante.

Seguro que nuestros comentarios en aquella otra versión en que escribiste lo mismo, debieron de ser totalmente distintos. Todos éramos otros.
Dudo que tengas una piedra en mitad del pecho, no te dejaría escribir, tendríamos que ir a buscarte al parque.
A falta de buzón, reclamo mi beso para hoy, y ya que estamos un abrazo ;-P

Nikté dijo...

Pues si no es esto lo que vives, deberías preguntarte en que lugar recóndito se te quedó tanta angustia enconada.
Parece que lo hubieses escrito en plenos delirio.
Bien, bien, todo va va bien, eres feliz,nada tiene que ver lo escrito con la realidad, pero nadie, nadie escribe esta cosas sin haberlas al menos percibido antes, en otra vida quizás, en otra vida.

Quieres conocer de mis delirios?
Deberías conocer antes a una tal Marianita.

Te beso, te beso mucho

Yo también soy asquerosmente feliz, a ratos.

Y ya se lo que me vas a responder, pero no te haré caso de lo que me digas.

Pedro M. Martínez dijo...

Ybris, más sencillo, el post de hoy.
Nada más.

Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

Margot, la piel, uy, que me gusta la piel, oye, la de ella (la de la foto digo), la conocí en el gimnasio de mi barrio, que tenía que tener siempre mucho cuidado para no enfadarla, que tenía una derecha prohibida, que la soltaba así (¡plás!) y cuidadín.
Un cielo de chica, sensible ella, una dulzura.

Pero, así me he quedado (demasiado toro para poco novillero).

Es broma ¿eh?, que ya no sabe uno los límites de la sensibilidad
Besos de culturista arrepentido.

Pedro M. Martínez dijo...

єѕтησм, que conste que lo has contado tú, que me dijiste que no dijera nada y lo he cumplido, que de mi boca no ha salido.
Y lo maciza que estás ¿eh?

Estoy animado (como un dibujo)

Pedro M. Martínez dijo...

Mirada, tenemos que hablar tú y yo.
Dos mil besos.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07, algo así, lo que tú dices.
Pues va, beso y abrazo, exclusivos.

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté, aunque sabes ya lo que voy a responderte, por si acaso no, te lo cuento.
Verás, lo confieso, soy un compulsivo escritor de post.
Me da por ahí.
Me gusta dejarlos diariamente.
Cada uno tiene sus manías.
Desde febrero del 2007 llevo colgados un montón, unos 430 (+ o -).
Procuro que sean de temas variados. Si te tomas la molestia de repasar alguno, mes a mes, lo comprobarás.
Este de hoy lo escribí la semana pasada, en varios días, a ratos, según me llegaba la inspiración poética, entre trabajo, actividades diversas, silencios, etc. Me costó redondearlo, no estaba satisfecho del todo. Soy muy crítico con lo que escribo. Al final lo dejé así

No tengo ninguna angustia enconada, ninguna, te lo puedo asegurar, te lo juro. Tengo tristezas, como todos, por fallecimientos recientes de familiares, por problemas puntuales, la vida no siempre es fácil, pero lo llevo con bastante optimismo, con alegría, soy una persona positiva.
No tengo delirios, no consumo, no bebo, no fumo, no voy a misa.
Mis delirios, si se pueden llamar así, se producen por exceso de trabajo, o por pocos resultados. O sea, temas profesionales.
Intento que lo que escribo no tenga nada que ver con lo que vivo, de eso se trata. Contar mi vida me parecería impúdico, fuera de lugar, implicaría a terceros (últimamente el glup 2.0 ya no protege mi anonimato).
Ahora bien, es cierto que he vivido, no he salido de una berza, no me he estado quieto debajo de una parra. El antes, ese periodo de antes, indeterminado, me permite desarrollar vivencias e imaginación. Y da para mucho, ya ves, so bre todo la imaginación.
Aunque te fijas en post concretos. Ayer y el sábado hablaba de muertes y seguro que no has pensado que soy un asesino (o que me han matado). En otros hablo de guerras y no, no he estado en ninguna (por fortuna). En algunos escribo en femenino (y me duele la cara de macho que soy). En otros digo que soy un engendro (y soy un tío macizo y resultón). En algunos hablo de violencias variadas (y soy una persona pacífica y tranquila)
Por encima de todo intento ser un buen tío, conforme con lo que hago y con lo que dejo de hacer, amigo de mis amigos, legal. Eso.

Cuando quieras cuéntame tus delirios, los escucharé con mucho gusto.
Y los de Marianita.

Ser feliz es un privilegio. Generalmente dura poco. El que es feliz siempre es un inconsciente. O no se entera. Pero hay que tender a ello.

Te beso con tanto cariño que puedes creértelo, sentirlo ¿lo notas?
Guapa.

Anónimo dijo...

Yo te reclamo, que no se si lo has escrito antes, aunque no me resulta nuevo, pero mi lectura es variada, si más no, pero... aish que cosas dices glup, ven que te sorbo a lametones, como abrevan los perros y los leones.

Yo hablo a medias, piedra en los zapatos, pero voy dando pasos, lenta, pero voy p'allá.

Entre tú y Juan Luis Guerra me tenéis al borde de la ofuscación, pero que gustito...

¿Te beso? ¿No te beso? Te beso.

Pedro M. Martínez dijo...

Maduixeta ofuscada, o al borde, este borde busca la poesía en lo que escribe, sea muerte o yacer al lado de mujer hermosa, busca el ritmo y el sentimiento, cuando lo logra pues bien, si no, pues mal, a seguir buscando, por buscar que no quede.
Y así, mientras vamos y venimos, no falta gente en el camino.
Ahora sí, un beso gigantesco.

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