Deliquio.
de nada
nada temer
(esperar es tener)
nada desesperar
de nada.
(César Antonio Molina)
La palabra nos hace.
Al hablar, somos.
Aunque digamos deliquio y escuchen zzzh, o nada, aunque la voz quede tendida y se la lleve el viento, aunque la picoteen entre las piedras los andarríos y se pierda bajo el agua al segundo siguiente de salir de nuestra boca.
Puede ser que escribamos un poema, lo guardemos bajo el mantel y al leerlo meses después nos invada el mismo sentimiento, que recordemos, añoremos, suspiremos. Puede ser que nos invada otro, diferente, con aromas nuevos, con los viejos caminos, los miedos. Puede ser que nos haga temblar.
No recuerdo qué palabras susurré al oído de la que amaba.
Hoy leo una carta que (me) escribí hace meses, cuando se (me) rompió el sentido de la vida. Hoy (me) leo la intensidad de aquel momento.
La palabra nos hace, el espejo nos miente, no somos ese que mira.
El tiempo no existe y sin embargo es diciembre y el invierno está aquí.
El dolor es profundo,
el placer es más profundo aún que el sentimiento.
Pero todo dolor dice: ¡Pasa!
Pero el placer quiere eternidad.
Quiere profunda, profunda eternidad.
12 comments :
Nu nu, los espejos no son mentirosos. Si te quedas un rato con la mirada fija en él, te mostrará quien eres realmente, además siempre tienes la opción de atravesarlos, si quieres.
Fíjate lo que pasó con Alicia, ahora, si tu no eres Alicio, jamás te hablaran.
Cataplash
Muacks, petardito
Buff! Yo me escribo tantas cosas...pero tengo una facilidad pasmosa por ignorarme, así, por la jeta, un poco respeto por mi calidad como persona humanabarraanimal...desfachatez tengo.
Hace relativamente encontré una...que no iba dirigida a mi, si no al otro, pero no llegó a saberlo (como tantas otras cosas, un poco lerdo que no cerdo). Y me invadió la letra, si, ese sentimiento que hizo que vomitara sobre la libreta como siempre, pero entonces, sin previo aviso, ZAS!, se avalanzó sobre mi una sensación que me decía "lo que te has ahorrado, de la que te has librado, lo bien que estas, que las puertas o abiertas o cerradas, pero mitad y mitad no". En realidad me lo dijo en catalán, por todos es sabido que sensaciones y sentimientos son políglotas.
Y estoy de acuerdo conmigo misma, ya tocaba alguna vez, pero sé que no tiene nada que ver contigo...
¿Sabes Glup? Yo lloro mucho, muchisimo, dos acordes a la guitarra y soy mar, unos ojillos dulces y soy lluvia, una imagen y soy lago, una confesión y soy rio, un sueño y soy océano...pero es cuando lloro por dentro, cuando una mano invisible me apretuja el corazón, cuando me estruja el estómago...es entonces cuando soy todo el agua del mundo, salado y dulce. Y esí será siempre, lo sé...
Un beso de agua, que se derrama y te empapa ;)
Pero a veces las palabras mienten más que los espejos. Y otras veces duelen más que cortes con añicos de espejos.
Besos
Sapientísimas palabras que vienen a demostrar lo que tan bien dices.
Nos hacemos por las palabras en esa interacción por la que también nosotros las creamos.
Vamos llenando la vida de palabras.
Cuando volvemos sobre ellas al cabo del tiempo sabemos que, aunque no nos reconozcamos en ellas, por allí hemos pasado.
Abrazos.
Nikté es que cuando me miro mucho al espejo, me hablo.
Lo mejor es que me contesto.
Y las conversaciones son interminables.
Aprendo bastante.
No sé si del que mira o del que contesta.
Besos, especial.
Maduixeta delicioso lo que has escrito.
Cada día te conozco un poco más.
Y me gustas.
Respeto mucho tu mundo interior.
Y a ti, claro.
Un beso, preciosa.
Sí Madame Vaudeville y distinguir unas de otras lleva toda una vida.
(y entonces, también nos equivocamos)
ybris y a veces nos leemos tan bien que duele, nos vemos tan claramente que ya no podemos escondernos.
Abrazos. Te deseo un buen fin de semana
Miles de besos
http://www.newfieldconsulting.com/publicaciones/Articulo_10.pdf
Y las palabras cambian nuestro comportamiento....
Tal y como la música amansa a las fieras.
Y ahora un abrazo enorme, en el cual me quedaría eternamente, Pedro querido.
Ontología del lenguaje Mirada, ay.
Las palabras sustituyendo a veces nuestra necesidad de (otro) comportamiento.
Sobre todo cuando este comportamiento es en la distancia.
Si es por música tú y yo estaríamos ya domesticados
Pero no.
El abrazo lo dice.
¡socorro!
¿socorro? ¿pero quién es socorro?... ¡verás... verás...la que te espera!
Mirada bella, socorro por no poder fundirme realmente en ese abrazo.
Aquellas inhóspitas calles de Arzúa...
Algarabia en Santiago...
Agosto alejándose...
¿No crees quen es como para pedir socorro?
(pero nadie escucha)
Publicar un comentario