domingo, 19 de noviembre de 2023

Parker y Gombrowicz.


 Beau brummels (1920) - Jessie Arms Botke

  

Le mira y muy serio dice –Gombrowicz-.

A partir de ahí, ¿qué hace Parker?, ¿es un insulto?, ¿le parte la cara?, ¿quién o qué es Gombrowicz? Decide que no me importa lo más mínimo y le contesta que quiere ser artista.

Artista ¿eh?, como Gombrowicz, ¿no? –dice el otro-

Está terminando el “Berlín. La caída, 1945” de Beevor y ya las tropas rusas han tomado la ciudad, está aturdido de tanta violencia, locura homicida, sangre, dolor, tanta muerte, destrucción, horror, salvajismo, violaciones, tragedia de un tiempo no tan lejano, calles que ha recorrido no hace tanto, situaciones que se repiten ahora en el mundo, se queda dormido y se le juntan otras calles, otros países, ciudades lejanas que ha visitado, pueblos perdidos, gentes diversas, sensaciones en otros idiomas, emociones en paisajes lejanos, habla con viajeros que encuentra en aeropuertos flotando en el duermevela, viajeros arrogantes de rostros inteligentes, viajeros con gorras altivas que utilizan frases enrevesadas, personajes extraños que miran de través, que hacen fotografías de monumentos, de gatos, de emociones enmarcadas en sagrarios con terciopelo, de peinados isabelinos, de la ternura goteando desde un techo que oculta el cielo, cielo, se planta y dice al desconocido –perdona, bonito, Gombrowicz lo serás vos- y sigue con su monólogo, pensándose, imaginándose, manteniendo la farsa de ser sin ser, de no exponer, de divagar, de contar lo que no para no dejar sobre la mesa que el sí es un bostezo prolongado que le va a desencajar las mandíbulas, que Pedro es una burda mentira, que dice esto en vísperas de fiestas inventadas en el que el personal está en sus cosas, que no leen, ¿alguien lee?, sí, tira del sedal y encuentra bibliotecas enteras de autores desconocidos pero interesantes, interesados en expresar lo que pasa, lo que les pasa, aventuras en países de vacas y cirujanos, de represores y de gentes bien educadas, de hilos dorados desde su mente a las nuestras, ahí, ¿viste?, ahí está el engaño, el hilo debe ir de corazón a corazón (en su lejana infancia había un programa radiofónico que se llamaba así, recogía dinero de los generosos para distribuirlos entre los menesterosos). "Artista lo soy por mi madre", le decía Gombrowicz a Dominique de Roux, como mínimo hay una madre para cada hijo, a veces hay dos madres, Salomón lo sabe, hay veces no hay un padre (o sí, pero esa es otra historia), un padre que corteja a cocineras y doncellas, a señoritas de buen ver incluso a oscuras, inconstantes padres sin vocación, inmaduros padres solo por su afición al ayuntamiento carnal, deja al lector/lectora la interpretación sobre la conducta de esos padres, también su denominación (véase sección comentarios) mientras pasea ahora por avenidas con eucaliptos en los bordes del camino, bueyes mugiendo, caballos estoicos, mudos, pensar demasiado está prohibido, leer demasiado fatiga, Parker lo sabe y cierra el capítulo de  hoy, mañana, pronto festivos y puentes y sí, Parker tirará de la manta, compruébalo aquí.


"Me puse a escribir este diario, no quiero que la soledad yerre en mí sin sentido, necesito a los hombres, un lector... No para comunicarme con él. Sólo para emitir señales de vida. Ya hoy consiento en las mentiras, los convencionalismos, las estilizaciones en este diario con tal de pasar de contrabando, aunque sea como un eco lejano, un tenue sabor de mi yo aprisionado.
(…)
Ya soy. Witold Gombrowicz, estas dos palabras que llevaba sobre mí, ya realizadas. Soy. Soy en exceso. Y aunque podría acometer todavía algo que me resultara imprevisible a mí mismo, ya no tengo deseos... Nada puedo querer por el hecho de ser en exceso. En medio de esta indefinición, versatilidad, fluidez, bajo un cielo inasible soy, ya hecho, terminado, definido... soy y soy tanto que ese ser me expulsa del marco de la naturaleza. "

Diario argentino (fragmento) Witold Gombrowicz 

6 comments :

Francesc Puigcarbó dijo...

Aunque no deje comentarios, me leo todos los escritos. Sucede que a veces no sé que contestar, pero en esta ocasión he pensado que sería oportuno contestar con otro escrito, de la única vez que he hablado de Gombrovicz.

"Que el saber no ocupa lugar es una falsedad, pues los libros ocupan y mucho sitio, incluso los que no has leído.
Creo era Edmon Jabes quien decía que los libros escogían al lector y no al revés, salvo los que se compran por Sant Jordi del Premio Planeta, del mediático de turno, o novelas muy concretas.
Creo bastante en esa afirmación de Jabes; hoy, no tocaba pasar por donde he pasado, unos encantes en la Gran vía de Sabadell junto al graffiti de Mazinger Z, no tocaba entrar, ni comprar nada, pero ha sucedido, y he salido al poco tiempo con dos euros menos en el bolsillo y 'Sube a la viga maestra, carpinteros' de J.D.Salinger y 'Pornografía' de Witold Gombrowicz.
No es que Salinger sea santo de mi devoción, el guardián entre el centeno no me acabó de convencer, posiblemente por qué no lo leí ni a la edad ni época adecuadas, o quizás por qué es un texto que se ha sobrevalorado ayudado por el misterio de su autor, no demasiado prolífico, como es el mismo caso de Witold Gombrowicz, de quien he leído frases sueltas y citas que otros han hecho de él, o de su obra.
Más trabajo para encontrar sitio donde guardarlos una vez leídos, aquí donde los he comprado aceptan de segunda mano, como los traperos de Emaús, pero resulta que servidor sufre el síndrome de Diógenes, y lo voy guardando todo dentro del barril incapaz de tirar nada"

Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Francesc Puigcarbó muchas gracias por tu paciencia.
Sobre tu escrito, varias cosas. Prácticamente he dejado de comprar libros porque ya no entran en casa. Regalo algunos (a regañadientes) pero aun así desbordan las bibliotecas. Creo que si no hubiese comprado tantos sería igual de pobre e igual de entendido en nada. Por ejemplo, Salinger en sus “Nueve cuentos” me encantó; a Pascal Quignard en su “Vida secreta” me atoré en las primeras páginas, tozudo me lo llevé de viaje y en el avión me caí del caballo y me maravillé; lo mismo con “Viaje al fin de la noche”, Céline me pareció insoportable, me lo llevé al Caribe (en serio) y lo devoré debajo de unas palmeras. Debe ser el estado de ánimo o la sorpresa de contrariarse a uno mismo. Por la Gran Vía de Sabadell he pasado muchas veces, trabajé muchos años en una empresa que quizás conozcas, Logic Control, iba a menudo a reuniones, interminables por cierto. Es domingo y para mañana anuncian una brusca caída de temperaturas, el caso es meternos miedo, asustarnos, la madre que los parió. Repito las gracias. Saludos desde Bilbao.

María dijo...

Antes que nada, debo decirte que es de lo más inquietante la fotografía con esos prismas girando sobre las cabezas de esas mujeres, curiosa pero inquietante : ) La verdad es que sé poco de Gombrowicz, pero lo suficiente como para decirle a Parker que no debe sentirse ofendido en absoluto, más bien todo lo contrario…no obstante, visto lo que veo aquí, no tiene nada que envidiarle a parte de su azarosa vida, en su forma de escribir, siendo diferente se le / os parece-is bastante en ese ser y no ser, siendo sin serlo …“de no exponer, de divagar, de contar”… subir y bajar ( estamos en lo mismo, tb yo ando loca perdida en las escaleras de Escher ; ) entre “pueblos perdidos, gentes diversas, sensaciones en otros idiomas, emociones en paisajes lejanos..” vamos, que sois exactamente igual de diferentes, con vuestras semejanzas convergentes en la diversidad : ) Abrazo fuerte … ah! y siempre -casi siempre- te leo, aunque no te lo diga.. leer no fatiga nada, es uno de los deportes más descansados : )


PD
FRANCESC, no tiene paciencia contigo, que además de cortito eres muy bueno, la tiene con el resto.. Feliz domingo para ambos!

Pedro M. Martínez dijo...

María, 7 de la mañana de un lunes que anuncian lluvioso y frío, lógico, estamos en la segunda quincena de noviembre. Desde junio el tiempo pasa más rápido, este año es excesivamente rápido. No sé quién es Gombrowicz, ni Parker, ni yo, nada tiene sentido, por el pasillo corretean unas gacelas amarillas, no me atrevo a prepararme el desayuno (por lo de esos bichos redondos en la cocina, braman). Un tal Milei ha ganado las elecciones en Argentina, que no les pase nada, la democracia es lo que tiene, se puede devorar a sí misma, buena idea, voy a comerme una pierna, la izquierda, después dormiré, lo intentaré al menos. Qué felices éramos en el fin de la tierra, luego se puso a llover “vi gente correr y no estabas tú”, pues eso, lunes, menuda semana me espera, ay.
Gracias por venir.
Un abracito (hoy me he levantado flojo)

Francesc Puigcarbó dijo...

Tienes frío, y eso que eres de Bilbao. Aquí estamos a 13º, día soleado dicen los del tiempo.

Saludos.

Pedro M. Martínez dijo...

Francesc Puigcarbó, matizo, anuncian que hoy hará frío, ni siquiera me he asomado a la ventana, por si acaso, también te lo digo, por ellos, por esos, lo del tiempo es un sinvivir, lo mismo te asas que te hielas, en cuanto vuelva a mi ser, me ponga la corbata y desayune (si me dejan los bichos), te informo si tengo frío, si hace frío, si es bienvenido el frío o si ser de Bilbao no limita mi capacidad de tener frío. Hoy me he levantado raro (más raro quiero decir), creo que es por los sueños. Así no se puede. Te deseo una buena semana, te sugiero un paseo por la Torre de l'Aigua (una vez me dieron un trofeo con esa forma, no recuerdo qué había ganado, alguna competición rara)

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