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No es este el sitio, no, donde dejar la espuma del corazón, los mirlos amaestrados que canten los días impares, la bestia que ruja su miedo. No es el lugar soleado donde reíamos después de la siesta, donde nos amábamos de lado a lado de aquella cama que llenábamos de ruidos y juegos. La sequía vive en mis brazos, los ojos se han llenado de ortigas, miro sin ver y grandes piedras rojas impiden el paso a los romeros en el camino. Hay sueños embozados, hay insectos transparentes, hay un mulo pardo que atropella a los caminantes, hay un tatuaje infamante en el hombro derecho de la mujer que mira. No es este el sitio.
2 comments :
Ma gutao!!
el chico de la consuelo
M´alegro
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