Turismo rural
Ella tosía, mucho. De preocupar. Turismo rural, piérdase en el Naturaleza, mierda. De la cabaña al pueblo con farmacia más próximo había una hora andando por el monte, mi coche a unos cuarenta minutos. Viva la experiencia de la desconexión tecnológica, hostias. Ella tenía fiebre, seguro, me miraba con ojos de haz algo, tío, estoy muy jodida. Desde que la conocí, Ella se encargaba de lo serio, escoger los viajes, contratar los alojamientos, las mejores fechas, la comida, el equipaje, los horarios, discutía los precios, controlaba los contratos, todo, pero ahora tosía, mucho. Cari ¿qué hago? Empecé a dar vueltas por aquella habitación con vistas al mejor monte de Soria (o Segovia, no sé, por ahí). ¿Estás mejor? No, no lo estaba. Sin cobertura para el móvil, sin tener ni puta idea de remedios caseros. Ella era pura energía (me refiero a cuando no tosía, antes de esto), esa cara, ese silencio, no era normal. Me decidí. Gordi, voy a buscar ayuda, aguanta, resiste, vuelvo pronto. El camino, una ruta de esas de expedición, estaba marcado con flechas rojas y blancas, a veces amarillas, ahí me fui, bosque adentro. Aquí sigo, ni brújula ni hostias, está anocheciendo, he pedido ayuda, he gritado, no me escucha ni dios, Ella estará preocupada, tosiendo, mucho ¡Cari!
4 comments :
Pondria un emoji de esos que parecen indicar sorpresa, pero no sé hacerlo jajajja ..Ya comencé a reir..Es que inicie leyendo dia 11 de Julio y a medida que voy hacia atras no tengo tos pero me vienen las risas..
eli mendez Pero ¿no estamos a 11 de julio? Hoy, ¿seguro? Sigo en el bosque, no sé en què dīa vivo.
Buen relato !! Hay momentos en que perderse en un bosque y no saber en que dia estamos puede ser liberador y necesarios para la supervivencia. Salud!!
Funámbulus, pues sí, perdido en un bosque está uno a salvo de encontrarse según con quién, incluido con uno mismo. Una forma de huida
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