Que no te quiten la corona
La puerta de la librería de la plaza Mina en Cádiz da entrada
a un mundo que se resiste a desaparecer.
En su escaparate vi hace poco este “Que no te quiten la corona”. Fue un enamoramiento
súbito. En la faja alrededor del libro
decía que tenía no sé qué premio, era igual, ya estaba cautivado. Al volver a
Bilbao lo busqué sin éxito por varias librerías. Recurrí a la biblioteca
municipal, allí estaba, aun no lo había leído nadie. Comencé a leerlo con la
ilusión del enamorado. El primer capítulo, el segundo reafirmaron mis
expectativas, este Yannick Haenel escribe bien, es culto, tiene una muy
aceptable prosa poética. En los siguientes me empecé a desilusionar, Yannick se
iba por los cerros de Úbeda, muy culto pero muy errático. Hacia la mitad ya
estaba harto, las desventuras del protagonista que deberían ser pretendidamente
graciosas o emocionantes o no sé qué, son un coñazo que solo le interesan a él.
Lo he terminado por pura disciplina y porque, ya digo, escribe bien, es culto y
tiene una aceptable prosa poética (a veces) pero lo que cuenta no atrapa, no
seduce, no te importa nada, qué pesado, que le den (al protagonista). En
definitiva, una desilusión.
4 comments :
jajajjajajaajja
No es por nada pero parece que la corona se la quitaste tu!!!
jajaja Ya no lo comprara nadie!!!
PD: pobre, lo leyó el enemigo!!! jjajajajja
Tiene razón Eli, le has quitado la corona, jajaja. Hay pocas lecturas peores que las que no hacen que te importen los protagonistas. Luego dicen que si la identificación, bla bla bla, pero si tienes ganas de mandarlos a la mierda (con perdón), malo.
eli mendez se publica demasiado (consejos vendo y para mi no tengo)
Dorotea Hyde lo que me da rabia es que escritores con talento lo desperdicien con temas tan tontos. Yo le mande a la mierda pero me terminé el libro. Ay.
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