Muriel Rukeyser
Yo
viví en el primer siglo de las guerras mundiales.
La mayor parte de las mañanas solía amanecer más o menos
desquiciada,
los periódicos llegaban con sus historias negligentes,
las noticias salían a borbotones de diversos aparatos,
interrumpidas por conatos para vender productos a los
invisibles.
Solía llamar a mis amigos por otros aparatos;
ellos estaban más o menos furiosos por razones similares.
Poco a poco me puse manos a la obra, pluma y papel,
hacía mis poemas para otros no vistos y nonatos.
Durante el día se me recordaban aquellos hombres y mujeres,
valientes, lanzando señales a través de inmensas distancias,
considerando un modo de vida anónimo, de valores casi
inimaginables.
A medida que las luces se iban oscureciendo, a medida que
las luces de la noche iban iluminándose,
intentábamos imaginarlos, intentábamos encontrarnos,
para construir la paz, para hacer el amor, para conciliar
vigilia y sueño, a nosotros con los demás,
a nosotros con nosotros mismos. Intentábamos, por cualquier
medio,
alcanzar nuestros límites, ir más allá de nosotros mismos,
dejar ir los medios, despertar.
Yo viví en el primer siglo de estas guerras.
Muriel Rukeyser
La velocidad de la oscuridad, 1968.
Traducción de P. Gonzalo de Jesús.
1 comments :
."Intentábamos, por cualquier medio,
alcanzar nuestros límites, ir más allá de nosotros mismos,
dejar ir los medios, despertar..."... Ayyyyy que belleza y que terrible.
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