Joseph Brodsky
ODISEO
A TELÉMACO
Querido Telémaco:
La guerra de Troya
ha terminado. Quién venció… no lo recuerdo.
Debieron de ser los griegos: abandonar tantos cadáveres
lejos de casa son capaces de hacerlo sólo los griegos…
Y sin embargo el camino de regreso a casa
ha resultado ser demasiado largo,
como si Poseidón, mientras nosotros allí
perdíamos el tiempo, hubiera dilatado el espacio.
Desconozco dónde me hallo,
lo que tengo ante mí. Una isla inmunda,
matojos, edificios, el gruñido de los cerdos,
un jardín lleno de maleza, cierta reina,
hierba y piedras… Querido Telémaco,
todas las islas son semejantes unas a otras
cuando vagas tan largo tiempo; hasta el seso
se confunde ya, al contar las olas,
el ojo, ahíto de horizonte, llora,
y la carne del agua atora el oído.
No recuerdo en qué terminó la guerra,
y cuántos años tendrás ahora, tampoco lo recuerdo.
Crece recio, querido Telémaco, crece.
Tan sólo los dioses saben si volveremos a vernos.
Tú tampoco eres ya ahora aquel niño
ante el cual yo domeñaba toros.
De no ser por Palamedes, viviríamos juntos.
Pero acaso estuviera en lo cierto él: sin mí
tú estarás libre de pasiones edípicas,
y tus sueños, querido Telémaco, inmaculados.
Joseph Brodsky
Parte de la oración, 1977.
Traducción de P. Gonzalo de Jesús.
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2 comments :
Fuerte, interesante, lo conozco pero no he leido nada completo de este autor..Estas leyendo esto en tu viaje?
eli mendez no, no tenía tiempo, lo disfrutaba a cada momento. Ya estoy preparando el próximo.
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