Como amigos
Te quiero, pero como amigos -me dijo-.
Ella no come amigos que yo sepa, sé que en un tiempo me comió entero y entonces no me enteré, sé que hace no tanto me mordió el corazón, muy fuerte, hizo que se tambalearan mis límites, mi historia, mi sentido de lo que era norte y de lo que era sur, no se debe entrar a una gruta sin saber si dentro vive el oso salvaje del amor y menos si uno es propenso a dejarse devorar por la belleza, que era complicado pensar en ella mientras iba y venía por esta vida que a veces es muy sencilla y a veces dolorosamente complicada, imaginarla, imaginarnos mientras lo de fuera se obstinaba en ser como era o como debe ser y quién pone barreras al deseo, a las ganas de vivir, a tanto como hay por descubrir.
Mis respetos enfurruñados a su casi santidad, a su castidad, a sus decisiones, a su vida, a sus opciones, a sus silencios o a sus largas descripciones de lo que hace o cómo lo hace o a lo que no hace.
Mis respetos absolutos a la distancia, a la ausencia, a todo lo que ella quiera, para seguir siendo su amigo, aunque me coma.
Pero sé que a eso no se atreverá.
(Y yo tampoco)
2 comments :
¿Y si así fuera?¿Por qué resignarse a la distancia, a la ausencia?
Atreverse, ..., decidirse, ..., o perderse.
Saludos
Rosa Mª Villalta sería muy largo de explicar.
Así de sencillo es.
Pero este no es el sitio
Gracias por tu comentario
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