...y tú tanto me faltas...
Ice fairies from Punch, 1902.
En
realidad lo que cuento es una historia egoísta, ensimismada, todo
comienza conmigo y todo termina en yo, el desarrollo de una necesidad, dudas
estancadas en un recodo del arroyo cotidiano, bisutería que brilla en un
escaparate sin cortinas, embriaguez de creer en quizás para no asumir el nunca,
un andamio colgado en una cantera de mármol como nieve, un díscolo silbido que
intenta domeñar al perro pastor del rebaño de poemas perdidos, un inmenso bosque donde no entra el sol y, hay
que ver, la no domesticada, infantil alegría cuando Ella me mira/
Como
bien dice Yolanda Castaño:
Como todo lo que te digo cuando no puedes oírme
y es tan dura la tarde, y tú tanto me faltas. *
y es tan dura la tarde, y tú tanto me faltas. *
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