domingo, 10 de noviembre de 2019

Bebedores.


Old Man Main, 1959, by Fred Herzog.


No recuerdo cómo se llamaba, bebía.
Todos bebíamos.
Él se quedó en eso.

Caminaba por la calle dando tumbos, desastrado, hablando solo, mirando al suelo.
Era una pena ver así a una persona tan inteligente y tan echada a perder.
Su familia lo llevaba con resignación.
Durante mucho tiempo dejé de verle.

Aquel día estaba tomando con café con Eva en un bar del Kasko, era al principio de nuestra relación.
Aún no nos habíamos acostado, intentaba poner en juego todos mis recursos.
Hablaba de Rimbaud, de Jacques-Alain Miller, tatareaba algo de Händel, Radamisto creo, de Crumb y de Vanesa Martín por ver si por ahí.
Pero nada.

Me tocaron el hombro. Me giré. No recuerdo como se llamaba me miraba desde una cara arrasada, con ojeras, los labios trémulos, una sonrisa tonta
–Hola, Pedro, te he reconocido por la voz, ¿me recuerdas? – preguntó.
–Sí, hola, claro, tiempo sin verte –contesté, con fastidio, me estaba estropeando la actuación.
La conversación, breve, siguió por lugares comunes y terminó cuando me pidió dinero.
–¿Le conocías? – preguntó Eva
No contesté.

De esto han pasado exactamente cuatro años.
Ramón, se llamaba Ramón, lo vi en su esquela unos meses después, pobre chaval.
Y no, no me acosté con Eva.

Mi foto
Bilbao, Euskadi
pedromg@gmail.com

Creative Commons License Page copy protected against web site content infringement by Copyscape ecoestadistica.com site statistics

Vistas de página en total

Lo que hay.(Desde 08.02.07)

Se quedaron

Así vamos

Aquí desde 08.02.2007

(Antes en Blogia desde 07.2004)

(Y mucho antes en "La tertulia en Mizar")

6.934 entradas