Trivial
La historia la escriben los que ganan. Después la inventan, la modifican a voluntad, por conveniencia, por método, por odio.
¿Conoce usted a Boris Vian?
No, no había nacido.
La historia empieza cuando uno nace al conocimiento, cuando sabe.
De Gabriel García Márquez leí, parece que fue ayer, Cien años de soledad, un inicio, la entrada a la magia de leer lo diferente, el sur también existe.
Le digo que no había nacido.
No importa, léala, lea Conversación en la catedral, léase a sí mismo, conózcase, sepa, escriba su historia.
¿Diga?
Ya que está, lea Rayuela.
¿Mande?
María
Zambrano, dice “Hay que dormirse arriba en la luz. Hay que estar despierto abajo en
la oscuridad. Arriba en la luz, el corazón se abandona, se entrega. Se recoge
...pues se ha llegado allí, a esa luz, sin forzar ninguna puerta y aun sin
abrirla, sin haber atravesado dinteles de luz y de sombra, sin esfuerzo y sin
protección” y sin transición, en el Perseguidor, Cortázar dice “Lo
que pasa es que se creen sabios -dice de golpe-. Se creen sabios porque han
juntado un montón de libros y se los han comido. Me da risa, porque en realidad
son buenos muchachos y viven convencidos de que lo que estudian y lo que hacen
son cosas muy difíciles y profundas. En el circo es igual, Bruno, y entre
nosotros es igual. La gente se figura que algunas cosas son el colmo de la
dificultad, y por eso aplauden a los trapecistas, o a mí. Yo no sé qué se imaginan,
que uno se está haciendo pedazos para tocar bien, o que el trapecista se rompe
los tendones cada vez que da un salto. En realidad las cosas verdaderamente
difíciles son otras tan distintas, todo lo que la gente cree poder hacer a cada
momento. Mirar, por ejemplo, o comprender a un perro o a un gato. Ésas son las
dificultades, las grandes dificultades. Anoche se me ocurrió mirarme en este
espejito, y te aseguro que era tan terriblemente difícil que casi me tiro de la
cama. Imagínate que te estás viendo a ti mismo; eso tan sólo basta para
quedarte frío durante media hora. Realmente ese tipo no soy yo, en el primer
momento he sentido claramente que no era yo, lo agarré de sorpresa, de refilón
y supe que no era yo. Eso lo sentía, y cuando algo se siente... Pero es como en
Palm Beach, sobre una ola te cae la segunda, y después otra... Apenas has
sentido ya viene lo otro, vienen las palabras... No, no son las palabras, son
lo que está en las palabras, esa especie de cola de pegar, esa baba. Y la baba
viene y te tapa, y te convence de que el del espejo eres tú. Claro, pero cómo
no darse cuenta. Pero si soy yo, con mi pelo, esta cicatriz. Y la gente no se
da cuenta de que lo único que aceptan es la baba, y por eso les parece tan
fácil mirarse al espejo. O cortar un pedazo de pan con un cuchillo. ¿Tú has
cortado un pedazo de pan con un cuchillo?” y para terminar, GGM escribe “José
Arcadio Buendía, sin entender, extendió la mano hacia el témpano, pero el
gigante se la apartó. "Cinco reales más para tocarlo", dijo. José
Arcadio Buendía los pagó, y entonces puso la mano sobre el hielo, y la mantuvo
puesta por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de
júbilo al contacto del misterio. Sin saber qué decir, pagó otros diez reales
para que sus hijos vivieran la prodigiosa experiencia. El pequeño José Arcadio
se negó a tocarlo. Aureliano, en cambio, dio un paso hacia adelante, puso la
mano y la retiró en el acto. "Está hirviendo", exclamó asustado. Pero
su padre no le prestó atención. Embriagado por la evidencia del prodigio, en
aquel momento se olvidó de la frustración de sus empresas delirantes y del
cuerpo de Melquíades abandonado al apetito de los calamares. Pagó otros cinco
reales, y con la mano puesta en el témpano, como expresando un testimonio sobre
el texto sagrado, exclamó:-Este es el gran invento de nuestro tiempo. y sin ser lo
más significativo, es suficiente para que te/me pregunte, como tantas veces,
qué diablos hacemos aquí, con cariño sí, pero la A, ¿sabes?, ¡la A!, Hay que dormirse arriba en la
luz., pues eso. Esto. Estamos en el camino ".....triste ser letrado y funcional a la vez......" del poeta
Cisneros
0 comments :
Publicar un comentario