Casi nada
La Danse de Diable - Erik Desmazières
Desde
hoy, a las once y veinte minutos de la mañana, quiero ser intrascendente,
soportarme, absolverme, darme la paz, mirarme. Defenderme de la miseria,
comprar mentiras en el mercado negro, vestir de blanco. Cerrar los ojos,
perderme en lo nimio, aliarme con el sol, borrar el aguacero. Soplar los
fragmentos solitarios del recuerdo, representar la vida, su certeza. Escoger
una ruta, equivocarme, salir de noche, como un prófugo, fugitivo de mí mismo.
Ahondar en el misterio del azar, masticar el error, mirarme de frente, sonreír
Llegar al límite tardío, involuntario, inmóvil, como un pez no solidario.
Someter el dolor de la añoranza, su consistente aroma oscuro, olerlo. Entrar al
laberinto del miércoles, seguir hasta el final del pasillo de la víspera del
jueves, hasta el cuerpo desnudo tendido en el lado luminoso del amor del viernes.
Soltar al miserable maniatado que solloza en la isla. Acumular innominadas
reivindicaciones, gestos huecos y una mirada de perro tras los cristales
del sábado. Después el puente. Casi nada.
1 comments :
La mirada de perro no. De lince!
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