¿Roncas, cariño?
Días vacíos por delante, muchos, algunos, para llenarlos de contenido.
Los caballos pasan a toda
velocidad por la derecha, por la izquierda, no me acostumbro a ser rebasado
una y otra vez. Recuerdo cuando fui un jinete que ganaba (en realidad ganaba el
caballo).
Los fantasmas están ahí enfrente,
sin rostro, ensabanados, me miran, puedo llegar a sentirme culpable de lo que
hago y de lo que no, en la continuidad, en la finitud, siga o me pare. Un
problema.
Este es un espacio de jazz,
así somos, es un espejo.
Pregunto a mis amigos si son felices, me miran sorprendidos.
¿Esto es lo que esperabais?
¿Estáis contentos con los que
hacéis?
Abrazo a mis amigas y se separan con dulce firmeza.
Menos una.
¿Veremos algún día amanecer en Finisterre?
¿Qué parte de la cama
prefieres?
¿Roncas, cariño?
Volver a empezar.
0 comments :
Publicar un comentario