miércoles, 11 de enero de 2017

Un pez que se muerde la cola.




Un pez que se muerde la cola, es decir la eternidad, es decir lo inalcanzable, repetir y repetir, el día de la marmota, lo de siempre, decir lo ya dicho, decir lo ya dicho, es decir, lo ya dicho, lo que yo te diga, ingenuidad de revisar las estadísticas, lectores curiosos, curiosos que no leen, cuota de comprensión, de comparación, de conciliación de lo (pretendidamente) dicho y lo (naturalmente) entendido, enfrentamiento de voluntades, es decir la libertad, uno escribe lo que quiere, cuando quiere y otro lee y entiende lo que quiere y cuando quiere si quiere, y si no, no, es decir la anarquía de las letras, la suprema libertad, el supremo yo me lo guiso yo me lo como, el lenguaje como un pasquín mojado por el viento, austera manera de no decir nada, es decir, nada, una convocatoria de música y color, colorines, es decir lo digerible, lo que conmigo va, lo mío, yo, mí, me, conmigo, el amor reducido a vagos sonidos convocados a una romería, la mano acariciando su pelo, amarla frente a un espejo, mirándonos, vernos en nuestro deseo desnudo, esos dos somos, ese único ser que gime, suspira, hipa, llora, ríe, se estremece, se busca, tantea la piel, los íntimos secretos, descubrimiento del placer, besos en recónditas esquinas del alma, la confabulación de la seducción, ámame sin medida ni clemencia, deja todo y ven, solo para mí, pertenéceme, ilusa pretensión de quién nada tiene, un pobre sentado en la puerta de la catedral, nada tengo, nada soy, pájaros en vuelo, fotografía de estorninos en el cielo de Berlín, fotografía de estorninos sobre Central Park, ¿son los mismos?, mi mirada, ¿es la misma?, ella rompiendo porcelanas, rabiosa en el silencio, resignada en el destierro, reyes desfilando en el sepelio, perfume de flores rojas, se estruja las manos mientras mira el horizonte oscuro, desnuda por las habitaciones del castillo, abriendo y cerrando la puerta de salones sombríos, húmedos, no está allí y lo saben sus caderas meciéndose sin eco, sus senos que sopesa sin otro tacto que el hastío, abre las piernas y el viento las transita, se mira en el espejo, sola, se tumba escondiendo la cara en la almohada, escucha el eco de su propia risa, el espasmo en el recuerdo, la soledad colgada como un crucifijo pasado de moda, el invierno volverá como un lobo, un flor mustia en un vaso seco, un gorrión muerto en la ventana de atrás, un libro abierto en la página 127, una foto amarilla enmarcada, un reloj imperioso, la pasión en la cesta de las pinzas del tendedero, lo que fue, roto, descascarillado, respiro es decir vivo, es decir aún, es decir un pez que se muerde la cola, la vida es esto y lo descubrimos cada día, sin rebeldía, sin hacer otra cosa que quejarnos, qué otra cosa podemos hacer, cambian los tiempos, estamos en el borde de un cambio magnífico (no quiero decir que sea bueno o malo, no sé, no llego, es decir hablo, solo eso) se rebelan los pueblos, caen tiranos, nuestro propio tirano somos nosotros mismos, nos esclavizamos, nos tenemos escondidos, nos torturamos, nos hemos desayunado la llave de la celda, hemos renunciado a buscar la felicidad, la felicidad es estar vivos, es decir tenemos lo que nos merecemos, los poetas son los grandes mentirosos del lenguaje, son espectros, lengua muerta, fantasmas que copian sentimientos enterrados, invocación de una magia antigua, no, huellas de antepasados, lo ya dicho, lo ya sentido, lo de ayer, hoy no existe, mañana está a un millón de años, la felicidad no está en el mañana, hay un rescoldo de cenizas frente al altar, no sabemos dónde está el cielo, arriba o abajo, dónde, el silencio de dios, dios es Dios, es una pregunta, es decir lo que nadie sabe, demasiado para un día como el de hoy, ¿qué dice este capullo? (eso si has llegado hasta aquí), esta es una página de cuatro (puedo decir sus nombres) que aprecian lo que tiene de reflejo de lo que son, que sobre todo se leen, no os enfadéis pero escribo solo para mí, esos cuatro son yo, somos uno, uno más uno es uno, así hasta cuatro veces, como mínimo (has dicho cuatro, no te rajes ahora), amo a cuatro, no a la vez, nos amamos en ese ser uno, sin dobles sentidos, con pureza de alma y cuerpo, comunión de emociones, de reacciones, del sinsentido de creer lo que no vemos, de vernos desnudos y frágiles, sensibles, únicos, acto de amor frente al espejo, pasión en esta metonimia que me descubrió S y que nunca podré agradecérselo bastante, cuando alguien logra que descubras tus desiertos, tus oasis, tu peor y mejor tú, tu esencia, lo mejor de ti mismo…he vuelto a enseñar el culo, hala, me visto y me voy, mañana más, quizás. 



2 comments :

Encarna C dijo...

Esencia. Además a ti no hace falta bajada de pantalones. Es un placer leerte. Gracias escritor.

Pedro M. Martínez dijo...

Encarna C. bueno...para algunas cosas sí.
Muchísimas gracias.

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