Sobre la muerte de los sueños
Neal Boenzi, Strolling on the Manhattan Bridge, 1953.
Sonreíamos
en la orilla desafiando al viento que profanaba nuestras peticiones, cada
rincón preservado, los caballos desbocados entre los dedos, la bruma rebelde,
los confines, su soledad de princesa agraviada, la errática búsqueda de un
nosotros, la estéril ceniza, nuestros cuerpos desnudos, la respiración
contenida, la intuición del llanto, la sangre iluminándonos, la enseñanza de
ser lo que nunca fuimos, la piel nueva, la mirada imposible, mi voz contando,
cantando, alargando lo imposible.
No
insisto.
En
la distancia ha muerto un sueño.
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