Mi mono toca el piano.
A
veces huyo
por intrincados caminos
construidos de palabras,
que me llevan
a los páramos de nadie.
Durante breves momentos
siendo este precario puente
hacia los otros,
con las palabras
que me crecen como ramas
en la boca,
y me sacan
de mi silueta
de animal desnudo.
Desde esta orilla solitaria
agito mis palabras mínimas
como banderas blancas
entregadas a un sueño,
y por algún tiempo
logro fugarme
en las palabras,
hermosas.
Carmen Matute
por intrincados caminos
construidos de palabras,
que me llevan
a los páramos de nadie.
Durante breves momentos
siendo este precario puente
hacia los otros,
con las palabras
que me crecen como ramas
en la boca,
y me sacan
de mi silueta
de animal desnudo.
Desde esta orilla solitaria
agito mis palabras mínimas
como banderas blancas
entregadas a un sueño,
y por algún tiempo
logro fugarme
en las palabras,
hermosas.
Carmen Matute
El
mono de mi casa toca el piano. Muy bien, como Oscar Peterson más
o menos. Me mira con gesto autosuficiente. Qué manía le tengo, me tiene aburrido. No sabe que en otras artes,
aficiones o actividades, somos muy parecidos. Quizás tiene más pelo que yo y es
más atractivo. Concedo que un poco más listo. Pero no tiene pulgares. Tampoco
se sabe aquello de Lea, Rubén, Simeón, Leví, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser,
Isacar, Zabulón, José y Benjamín. Hay cosas que se aprenden así de bien. Como
lo de serafines, querubines, tronos, dominaciones, virtudes, potestades,
principados, arcángeles, ángeles. O lo de odio, olvido, infidelidad, herejía,
apostasía, desesperación y presunción. Es posible que me deje algo. Pero
escucho su interpretación del Concierto para Piano n°3 de Beethoven y
me como los hígados. Además Concepción le sirve las mejores raciones de polenta
y de postre le guarda nueces con higos.
Hoy
no llueve sobre Bilbao. Bajo mi balcón pasan los corredores de no sé
qué carrera urbana. Antes participaba. Antes
es mucho tiempo. El mono de mi casa se ríe. Es malicioso, sabe lo que significa
para mí no poder correr ya. Camino por la casa con gesto compungido. Estudio
mapas mexicanos, volveré más pronto que tarde. Antes mataré al mono.
6 comments :
No lo mates porfi. No dejes de ser tú. Gracias siempre por tus letras. Y me encanta que escribes de la forma que quieres cada día. Eso si es muy muy difícil. No encajarse en nada. Mil gracias. Buenas noches Pedro
Encarna C, vale, que viva, un mono siempre hace buena compañía, aunque sea un mono pianista. Muchas gracias a ti.
Te iba a decir que sin violencia mejor, pero visto lo visto en mi post, va a ser que hoy no tenemos el cuerpo para bichos ni animalejos.
Al menos toca el piano (lo de comerse el hígado no pillo si es por bueno o por nefasto)
Eso sí, las mejores raciones de polenta para él, imperdonable.
No lo mates. Qué sería de nosotros sin los monos?
Saludos.
Ning Jie, paz y flores, no violencia, ni siquiera con los monos que se suben a la chepa, hagamos el amor y no la guerra, vivan los simios pianistas, coman lo que coman, viva los gorilas antropófagos, todos somos monos (unos más que otros), ponga un chimpancé en su vida. Amedio y yo te damos las gracias por tu comentario,
Lo siento mabel g. c.©, tu petición de indulto llegó tarde, el mono ya no está entre nosotros, eso fue ayer, hoy estamos ya en otra cosa. Tiempo sin saberte. Gracias. Saludos.
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