Un personaje de Buzzati
¿Por qué empieza de pronto este desconcierto
y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!)
¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían
y todos vuelven a casa compungidos?
Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron.
Algunos han venido de las fronteras
y contado que los bárbaros no existen.
¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros?
Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.
( Constantino Cavafis )
Mijail Vallejo, Ecuador - Sony World Photography Awards
Esperar
a los bárbaros que nunca llegan, pasar los días como un personaje de Buzzati, a
la espera de enemigos invisibles, desconocidos.
Consumir
los días renunciando a todo lo que no sea esa espera.
Mientras,
la vida pasa en medio de nada, con irrealizables planes de futuro y vanas
nostalgias.
No
llegan los bárbaros pero por el sur la aldea se ha llenado de osos y están los
herreros suplantando puentes, inventando cuevas, corriendo por las calles donde
gira el viento. Por eso me voy con los niños que no esperan, que juegan con sus
tizas y dibujan las rayas blancas que separan lo real de jirafas estremecidas,
gatos que sueñan con tejados interminables y niñas con trenzas de colores.
Vendrá el invierno como un intruso y estaré en el camino, siguiendo la estela
Ha huido la seguridad de las cebollas y ahora estoy seguro que nunca vendrán.
Gerard Trang, Francia - Sony World Photography Awards
2 comments :
Con permiso copio y pego una cita de Annie Hall. Lo que destila el escrito me ha hecho pensar en ello. A mi manera tal vez. Ahí va:
"Hay un viejo chiste, dos mujeres de edad en un hotel de alta montaña comenta una a la otra: "¡Vaya, aquí la comida es realmente terrible!" Y contesta la otra: "¡Y además las raciones son tan pequeñas!". Pues básicamente así es como me parece la vida, llena de soledad, histeria, sufrimiento, tristeza y sin embargo se acaba demasiado deprisa"
(Annie Hall, 1977)
Algunos estamos hechos de pura contradicción. Como Allen y yo :)
Ning Jie, entonces me senté en aquella taberna del extrarradio. Pedí cebollas, tórtola escabechada y miel. No tenemos esas cosas- me dijeron. Es decir que de las manzanas pasamos a las peras y viceversa y así no hay quién se entienda que del estrabismo y el daltonismo a la ceguera hay solo dos escalones y después está el abismo de la incomunicación.
No perdamos la esperanza, nos quedan los puentes.
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