No, desde aquí, no.
El amarillo, el verde, el encendido
rojo sólo para morir
bajo el tendido velo del otoño.
La luz no está en la luz, está en las cosas
que arden de luz tenaz bajo la lluvia.
Nada tiene más fuego en sus entrañas
que la melancolía ardiente de esta hora.
Nada tiene más fuego que la ausencia.
¿Llorar?
Lloradme nunca.
Me he perdido
con el aire en las bóvedas tan bajas
de un cielo que, piadoso, me disuelve.
rojo sólo para morir
bajo el tendido velo del otoño.
La luz no está en la luz, está en las cosas
que arden de luz tenaz bajo la lluvia.
Nada tiene más fuego en sus entrañas
que la melancolía ardiente de esta hora.
Nada tiene más fuego que la ausencia.
¿Llorar?
Lloradme nunca.
Me he perdido
con el aire en las bóvedas tan bajas
de un cielo que, piadoso, me disuelve.
(Valente)
No,
desde aquí, no./Angustia del tiempo que vendrá./Investigación desde la
sospecha.
No era esto y es demasiado tarde para pedir prórroga, para empezar de nuevo. La suerte está echada y la alucinación de los santones se apodera del mundo. Plañideras que esconden misterios entre sus velos negros, no saben de la timidez, la fiebre se ha apoderado de sus conciencias. Este es un sacrifico estéril, la confirmación de un fracaso, el hombre ardiendo en la hoguera de su propia lucidez.
Hay
una rapsodia de estrellas en fuga./ Hay una flora amarga creciendo en el
desierto./ Hay una voz que reclama placer inmediato./ Hay una lluvia de
lágrimas desconocidas.
Certeza que devora la incertidumbre./ El viento de la muerte se lleva todo./ No, desde aquí, no.
Certeza que devora la incertidumbre./ El viento de la muerte se lleva todo./ No, desde aquí, no.
1 comments :
En nuestro diario recorrido en busca de poemas publicables, nos topamos con esta joya de Valente, que inmediatamente fichamos para ZdeP. Enhorabuena y saludos cordiales.
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