Lo inabarcable.

Y es que esto es un desmadre/despadre, atender este blog glup, mis otros blogs, facebook, instagram, pinterest, tumblr, twitter, actualizar todo esto es vivir delante, dentro del ordenador, iPad, iPhone, iDiota estoy  en lo virtual, en lo que no.

Ni sé el tiempo que llevo sin hablar con un ser humano en un cara a cara. No digamos cuanto tiempo hace que no hago el amor ni la guerra. Aunque, la verdad, quizás sea por otras causas, pero algo tendrá que ver mi adicción a este mundo del aire.

En este septiembre que inicio con miedo, prevención, pisando despacio en las baldosas sueltas de la semana temblorosa de noticias, implicaciones, previsiones de lluvia y frío desde el jueves, me he decidido a cambiar el rumbo de lo cotidiano. He dicho, me digo.

Reviso este blog/glup y con modestia y júbilo encuentro joyas que en estos siete años he ido dejando al azar en los caminos de escritura de urgencia y lecturas apresuradas. Pues bien, me contradigo, donde dije digo que las rescato sin apuro, sin vergüenza, sin temor, hasta es posible que las recicle, again. Todo esto hasta que mi musa se digne a visitarme para poder escribir esa maravilla que seguro me espera agazapada en las sombras de mi inconsciente.

Facebook me está dando las alegrías que me faltaban en estos barrios de red sin pescadores, personas interesantes, sensibles, cultas, irónicas algunas, candidatas a mejores empresas  otras, buena gente. Dejé mis más de mil amigos en muchos menos y esta mañana los he reducido a 200, justos, ni uno más ni uno menos, soy multiorgásmico pero me era imposible disfrutar con tantos a la vez. 

Instagram me gusta, solo fotos con el móvil, me muevo, seguiré.

Pinterest no me gusta pero tengo casi 500 seguidores, pobriños, no puedo dejarles solos.

Tumblr me encanta, descubro ahí imágenes que conservo como tesoros, bajaré mi intensidad pero seguiré. Una joya.

Twitter…no acabo de cogerle el punto, su elogiada brevedad es precisamente lo que no me gusta, soy muy corto para decir mucho en poco. No lo uso.

¿A quién le importa todo esto? A mí, por eso te lo cuento, rey/reina.

Buenos días/tardes/noches.    

Por cierto, queridos sordos, he cambiado toda la música. También en muchos casos el tipo de música. Si os gusta, bien, si no os gusta podéis protestar.

---