La chica del árbol
La chica del árbol me recuerda lo que decía/escribía en otro tiempo, se lo agradezco. Fui, hacía, entonces, he sido, recuerdo que, de nada sirve si el ahora contradice lo anterior. Sigo diciendo y siendo, soy mi ahora y nunca llueve al sur de California.
1.- Escribo para que me quieran, dicen algunos, no es mi caso, escribo porque me quiero, siempre, escribo porque os quiero, a veces. No hay presunción, solo que este medio, internet, sin reglas, sin normas, con un gusto por habitante de estos espacios del aire, permite compartir nuestros ejercicios literarios, todos, los más o los menos afortunados, son siempre válidos en su intencionalidad. Funciona así aunque no acabo de entender como con todo lo extraordinario que hay por leer en esas librerías del señor -en 2011 se editaron en España 83.258 títulos, con una tirada media de 3.441 ejemplares por título (alguno habrá interesante ¿no?) - los blogs tienen tantos usuarios y visitantes.
1a.- Mi casa está llena de libros, los he leído casi todos, incluso a veces los he entendido, casi siempre los he disfrutado. No me caben más por las paredes, o tiro alguno (s) o despido a un hijo, pero, albricias, he descubierto el ebook y estoy prendado, leo y leo, me bajo títulos y títulos, llevo bajo el brazo la biblioteca de Alejandría, o así. Recuerdo cuando estuve ciego, qué maravilla es la lectura. Leo y leo.
2.- Desde facebook quiero conocerte para que me quieras, dice uno, no es mi caso, quiero conocerme mejor por si algún día te conozco, que pueden pasar dos cosas, que nos hagamos amigos o que nos marchemos espantados corriendo cada uno para nuestro lado, es lo que hay. La verdad, tengo rebosante el capítulo de soledades y para compartir desgracias bastante tengo con las mías qué, por suerte, no son muchas. En cualquier caso podemos compartir alegrías y afinidades, eso sí.
2b.- Hace un tiempo descubrí Tumblr, una colección de, sobre todo, imágenes. Estoy prendado, disfruto recolectando fotografías y demás en mi http://glup3.tumblr.com/, que en la variedad está el gusto, que Tumblr complementa a las mil maravillas la página con textos, que, joder, no sé qué hago aquí, luce un sol magnífico, me voy.
Y 3. Ay, aquellos tiempos en los que recibía comentarios alegres, amables, de colores, con sabor, que los visitantes leían más que lo que yo escribía, que me llenaban de celos, qué majas/os, ¿dónde estáis?, que todo esto es de boquilla, que el día que no vengáis a mi ventana – a las 00, 00 horas, tú sabes- me corto un dedo, o dos. Y esto, queridas/os mías/os es lo de hoy (que lo escribí ayer, o sea ahora, hoy, eso, ya me entiendes, ¿sí?, explícamelo). Besos.
6 comments :
Pero aunque no te comentemos siempre... te leemos :)
Un abrazo
... y cuando lo hacemos, no es para revocarte (aunque parezca).
"¿Qué me sorprendió más durante los primeros días, cuando paseaba por la ciudad? Lo más evidente: lo teléfonos móviles(...) ¿Qué había sucedido en aquellos diez años para que de repente hubiera tanto que decir, hubiera tanto tan apremiante que no pudiera esperar para ser dicho?(..) Un hombre como yo, que con frecuencia se pasaba el día sin hablar con nadie, tenía que preguntarse qué era lo que antes habia retenido a la gente y que ya no existía, haciendo que la conversación incesante por teléfono fuese preferible a pasear sin ser controlado por nadie, momentáneamente solitario, asimilando las calles a través de sus sentidos animales y abandonándose a la mirada de pensamientos que inspiran las actividades de una ciudad. Para mí aquello daba un aire cómico a las calles y ridículo a la gente. Y, sin embargo, también parecía una auténtica tragedia. Erradicar la experiencia de la separación debe de tener inevitablemente un efecto dramático. ¿Cuál será la consecuencia? Sabes que puedes ponerte en contacto con la otra persona en cualquir momento y, si no puedes, te impacientas, te impacientas y te enfadas como un estúpido diosecillo”.
Una interesante reflexión ésta de Philip Roth, ahora que nos vamos - por unos días, sólo por unos ridículos días - a playas, montes, ríos, u lo que sea, donde la desconexión nos permita la ilusión de ese primigenio paraíso del que con tanta fruición ( con sms, mails, faces, twitters… aunque sean sin puntos, comas, holas o adioses) nos alejamos cotidiánamente.
Muchas gracias De cenizas. Un abrazo
Muchas gracias, bixen. Espero que ese “revocarte” sea la primera acepción de
revocar
1. tr. Dejar sin efecto una concesión, mandato o resolución:
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2. Arreglar o pintar de nuevo por la parte exterior las paredes de un edificio.
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Muchas gracias Magnolio único y florido. Solo puedo añadir, sí.
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