lunes, 1 de enero de 2024

Vámonos al diablo

 

-Andrei Apostol

No recuerdo qué dije ayer que diría hoy, esta línea de propósitos para el nuevo año cae sin duelo, apenas veo, no nos deja saludar la madrugada con prístino desorden de miradas, desnudos en el tímpano de ciegos arquitectos, Guggenheim boca abajo, poetas que no ven, exegetas de Confucio, asombro de gallinas y de peces, de ese ángel que no vuela, recostado en el ocre umbral de edad temprana, no entiendo nada, ¿para qué servirá la escritura en el 2024?, me voy con José Gorostiza, que regala estos versos a la muerte: “Anda, putilla del rubor helado, anda, ven, vámonos al diablo

4 comments :

María dijo...

Coooomo al diablo, al cielo ... muaaksS!

Francesc Puigcarbó dijo...

Solo un poeta podría hablar así de la muerte.

Salut.

Pedro M. Martínez dijo...

María hay que mirar más al cielo (el infierno está entre nosotros). Un beso.

Pedro M. Martínez dijo...


Francesc Puigcarbó, los poetas son gente rara, poco fiable, sienten demasiado y así no se puede. Es mejor hacer como que no pasa nada, que lo de alrededor es lo normal. Hay que desconfiar de los sensibles, de los que ven más allá o dentro o en el mismo infierno. Feliz año, a por él.

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