Los curas no llevan bigote
Esta
vida me puede, estoy lleno de interrogantes, agobiado, intentando ampliar mis
escasos conocimientos. En mi ignorancia, en mi cabeza hueca, aunque no es el
tema que más me preocupa, en estos momentos no recuerdo ningún cura que lleve
bigote. Así, a botepronto, recuerdo algún misionero con barba, incluso alguna
monja, pero con bigote solo, no. La verdad, no trato demasiado con el clero en
general, pero usted ¿recuerda haber visto algún sacerdote que lleve bigote?
Ahora que lo pienso en los últimos años apenas hablo con curas. Esto me lleva a darme cuenta de la cantidad de colectivos con los que no tengo ningún trato.
Con asiáticos, por ejemplo, me saludo con el encargado de un restaurante japonés que hay debajo de mi casa, pero aparte de decirle qué voy a comer, buenos días y arigatoo ありがとう, tampoco le digo mucho más. Una señorita con rasgos orientales, con apariencia de ser china, desayuna a mi lado en el bar de la esquina, sonríe mucho y sorbe el café, pero no nos hablamos. Ahí termina mi relación con asiáticos.
Lo mismo con los que tienen un color de piel diferente al mío, un acento distinto, otra edad, son rubios, saben más que yo, lo que es fácil, o menos, toman sidra, leen según qué periódicos, votan a, les gusta el reggaetón, los adolescentes, los de otras comunidades, los de otros pueblos, los de mi pueblo, los que no son de mi barrio, la mayoría de los de mi barrio, los de mi escalera, las señoras de una edad, los árbitros, los que no recogen las deposiciones de sus perros, los que las recogen con guantes de plástico, los toreros, los fareros, los noctámbulos, los que cantan en un coro, las coristas, los solterones, los gatos pardos, los dentistas antiguos, así hasta mil colectivos con los que apenas tengo la más mínima relación.
Incluso hay un señor mayor que sí lleva bigote y que me mira desde el espejo por las mañanas. A veces le hablo pero no me contesta. Se parece mucho a mi abuelo. Es curioso que a veces en ese espejo también está una dama cepillándose los dientes. Tampoco me contesta cuando le hablo.
Debo replantearme mis relaciones, ampliar mi círculo de amistades y mis conocimientos, mi cultura general, solucionar esta soledad, este ensimismamiento pero, sobre todo, en este momento me gustaría saber si los curas llevan bigote.
4 comments :
Buena pregunta...y, tienes razón. Yo tampoco conozco curas con bigotes y, supongo, será por imagen, higiene o, será que un rostro limpio de pelos nos entrega una noción de estar libre de impurezas.
Abrazos Pedro
jajaja que genial eres!... sinceramente sí que vives aislado, pero más o menos como la mayoría, solo que tú lo sabes y la mayoría lo desconoce. Yo sí que me relaciono con muchos colectivos de los que mecionas por mi trabajo y conmigo misma tb, a los TDHA y además disléxicos como yo, nos es imprescindible estar en permenenter contacto con el alto mando que vive bajo el pelo, so pena de perder la cabeza y quedarnos sin alto mando jajaja lo de no llevar vigote los curas a lo mejor es por aquello de no mimetizarse en exceso con el Caudillo en su día, no fuera a ser que la gente al confesarse, en lugar de Ave María, les dijera Arriba España : ) Un abrazo muy grande
PD
Deeesde luego, menos mal que a mi me han dejado los regalos bajo el árbol los reyes por anticipado, porque yo que creí que ibas a ver el mío y nada .. no ha habido suerte, pero vamos que no hay prisa, yo al contrario que tú no hago mudanza cada día y menos esta semana que para mi es muy complicada al tener que volver al cole después de tantos días de vacaciones: )
Tatiana Aguilera pues mira, tengo bigote y el resto de mi rostro y cabeza está higiénicamente limpia de pelos (bueno, algunos tengo dentro de la nariz). Creo que es porque es un síntoma de hombres presumidos y los curas, ya se sabe, son más de mesura, castidad, prudencia y buenas costumbres.
El tema de los curas, de algunos, me enerva. Por eso procuro emplear esta curiosidad alegre.
Abrazos Tatiana. Muchas gracias.
María, quizás en unos días me vaya por ahí a recoger de las playas ese regalito que os han dejado. Vaya tela. En Fisterra me dicen que la playa del Mar de Fora y en Rostro hay abundancia. Nos cargamos la Naturaleza. Luego nos quejamos de calores, fríos, lluvias y sequías.
No sé cómo agradecerte el chute de ánimo, cariño perseverante y comentarios afortunados en este blog que sin ti ya estaría vacío para siempre. Muchísimas gracias.
Y también muy honrado por estar en ese grupo de afortunados.
Un beso (con permiso)
Publicar un comentario