Parker y la pluma Mont Blanc
Un caballo ciego pasta en el prado, las campanas están mudas, hay un resplandor de ciudades cercanas, hay perfiles que juegan en el aire y desaparecen, hay miedo en el arrabal.
Es así, Parker recibe una pluma Mont Blanc como reconocimiento a su fidelidad y de inmediato se abre la puerta del infierno, comienzan a salir diablos de colores y la vida se llena de plantas carnívoras, dolor, ceremonias con sacerdotes pasados de moda, liturgias tan repetidas que se desconecta, quita el sonido y los labios del cura se mueven en un aire quieto y denso, aburrimiento del castigo eterno, suplicios al borde de…¡alto, que paren las máquinas! lo que ha ocurrido es un atentado a la lógica, a lo que es, tan difícil de comprender, de aceptar, tan fuera de la razón, en la pared, junto a los otros ¿fue ese? no, era más alto, hijos y nietos, sin paráfrasis no hay manera de entender esta confusión, la locura.
Una música de humo, pasos, golondrinas, el pasado como un árbol seco, llegan con antorchas los recuerdos. Por el cielo corre la cortina de la noche, Parker se apresura, cruza el puente, sin detenerse toma su vida al pasar y sigue.
-Mañana lo pensaré, mañana- decide.
4 comments :
Ciertamente tu texto ha dibujado hoy con la Mont Blanc, la misma trayectoria que la fregona de esta fotografía tan estupenda que nos regalas hoy ( que horror! Qué mal friega por D; ) algunas homilías es verdad que resultan tan angustiosas y desasosegantes que parece que pretenden aterrorizarnos en lugar de reconfortarnos, hace mucho que no voy a misa por eso, salía peor que entraba y además, dejó de tener sentido para mi levantarse, sentarse, arrodillarse volverse a levantar y salir… en fin, como ves me rechifla divagar, la confusión y el caos son parte de la entropía de la que formamos parte, también yo me lo pensaré mañana ; ) Abrazo fuerte! buenas noches y graaaciaassS!
María como no sé si eres del Norte o del Sur (¿qué importará?) me dirijo a ti desde este punto indefinido de la nada (y así sea, Oriana Fallaci) que es un lugar magnífico para no definirse. Te das cuenta que el personal no se define…bueno, sí, el silencio define mejor que muchas palabras vanas, o aquella palabras tenebrosas que salían de la boca maloliente de un jesuita encaramado al púlpito, la iglesia al lado del castillo en ruinas, San Vicente de la Sonsierra, la Rioja, Semana Santa de un tiempo en blanco y negro, le contrataban para atemorizar a los fieles (que ya venían atemorizados de casa, claro), se entregaba a conciencia, el infierno, la vida y el fuego eternos, él era el infierno, la gente no pecaba, cómo vas a pecar con esos castigos, pero nacían niños entre las zarzas (alguien pecaría, seguro, que lo de la concepción, la paloma y todo eso está muy bien para las señoras –y señores- del rosario pero follar se follaba, dentro y fuera del matrimonio, que van como locos y pasa lo que pasa, los niños –y niñas- que, pobriñas, no tienen la culpa de la lujuria, del deseo, de la tendencia al coito y otros ejercicios no espirituales entre los viñedos, qué incómodo), que las mujeres vestían de negro, los hombres llevaban boina enroscada, los pobres, los ricos vestían de puta madre, cómo vestían los ricos, que cabrones, no iba con ellos lo del infierno, esos sí que pecaban en amplia gama, comían y bebían como si no hubiese mañana, no lo había, no lo hay, no tenemos mañana, tenemos ahora, voy a afeitarme que se me va la mañana y tengo mucha plancha. Te beso las manos, María, generosa, fértil (en escritura), que si mi blog tuviese tantos comentarios como el tuyo lo cerraría, te lo juro, que no tengo yo el eso para ruidos, que ya, que me lo sé, me sé lo que ignoro, tanto, casi todo. Me llaman. Agur.
Nací en el Bierzo, vivo al sur de Galicia. Yo no me defino, sería incapaz, me desparramo en letras aquí y en palabras fuera jaja pero si lo hago es porque disfruto como una enana, los comentarios no son más que mini conversaciones, al menos para mi, como me encanta charlar no es ningún esfuerzo... bueno, así al oído debo confesarte que a veces un poco, sobre todo porque me aburro de mi misma y mi parloteo ; ) Lo peor de la iglesia -sobre todo a nivel jerarquía eclesiástica- es su doble moral, su hipocresía y su incapacidad para evolucionar con los tiempos por eso tanta falta de vocaciones y de feligreses : ) Otro besito para ti!
María mis bisabuelos paternos eran bercianos. En uno de mis tres caminos de Santiago intenté buscar sus recuerdos en las faldas de O`Cebreiro, todos se apellidaban igual y los más viejos del lugar nada sabían, pero fue una romería todo el pueblo acompañándome. Esto de los blogs moribundos da para mucho. Admiro tu paciencia y dedicación. Un beso.
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