Parker piensa y se hace un lío
Vincent Mahé
Llueve y llueve, aquí hay hojas secas pero no olvido.
A lo lejos alguien grita que llega el invierno.
Con cuidado, Parker deja su vida sobre una piedra y cruza el puente para verlo llegar desde el otro lado del río.
Por el cauce bajan presagios y luces.
Se sienta y acaricia el musgo de la memoria. Apenas distingue el tiempo de antes, los pensamientos de ayer, los momentos que pasaron.
Llega un pastor arreando a las sedientas vacas del atardecer.
Quedó el amor desparramado entre guijarros, lo recorren insectos que suben por los muslos de la añoranza.
En el bosque cantan alondras que no puede ver.
Desde este lado apenas puede distinguir la otra orilla, allí donde está su vida, tiritando, sola. ¿Eso ha vivido?, ¿ese es?
-Piensa, Parker, piensa, reflexiona, ese eres tú.-dice una voz.
Cae la noche, sigue lloviendo.
4 comments :
No podemos escapar -ni siquiera intentar evadir lo vivido-. Lo experimentado y equivocado siempre estará allí. Observando. Podemos deslizarnos sutilmente por el envés de la memoria, tal vez, agradecer ciertos pasos, pero el resto, aquello que nos dolió siempre estará allí, del otro lado de la orilla recordándonos lo que fuimos y somos.
Abrazos Pedro
GrraaaciaasS! llevo todo el día queriendo poder dártelas, tú no comentas, haces regalos, como joyitas en letras... MuaaksS! ; )
Y dicho lo anterior, si vemos desde fuera nuestras vida, dependiendo el momento en el que lo hagamos, a veces la imagen se nos llena de lluvia, esa que cae ahí y aquí tb...y tienes esa sensación agridulce que tan bonito describen tus palabras. Otras veces, si fuera y dentro luce el sol, esa luz hace que reluzca todo lo vivido como si estuviéramos estrenándola.. la suma de ambas impresiones es la real:)
Abrazo fuerte, fuerte ¿ves? hoy me tragiste tú, el sol que no se ve : )
Tatiana Aguilera la memoria también nos trae los momentos alegres. Menos mal, de lo contrario sería para cortarse las venas. Lo vivido queda atrás, solo tenemos el ahora, disfrutémoslo. Un fuerte abrazo.
María, tengo una tía, mayor, que no me lee porque dice que se pone triste. La verdad es que mi vida no es en absoluto triste. La forma en que escribo, a veces. Será la forma en que canalizo mis historias interiores. Me propuse intentar estar aquí cada día y mal que bien aquí sigo. Eso lleva cierto trabajo, tú sabes, y tampoco se puede estar alegre (escribiendo digo) siempre. Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario