Dionisio Ridruejo
Nel Erasmus
Serena
tú mi sangre, clara fuente
Me está
dejando casi sin entrañas
este
tremendo amor enarbolado
-¡Oh,
páramo de ardores dilatado!-
en que
escucho mis voces como extrañas.
Serena
tú mi sangre en las cabañas
íntimas
de tu ser y tu cuidado,
y
guárdame en el aire enamorado
con que
a veces mi dolor engañas.
Si mi
lumbre te duele, ¡Oh, clara fuente!,
yo
borraré los húmedos celajes
que tus
párpados prenden tibiamente.
Volveré
a tus cielos sus paisajes
clavándote
en los ojos hondamente
los
mansos huertos de mi ardor salvajes.
Dionisio
Ridruejo
1 comments :
Bello...muy bello(el poema obvio) jajajajja
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