Bajo el olmo.
Es casi agosto y nieva fuera, o dentro, no recuerdo, no llegan cartas, las que llegan (oh, glups, ayer dije que aquí no hay cartero) se atoran en el tornillo del buzón y se rompen en regulares tiras de papel, matemáticos pedazos que me impiden leer, empiezo por mi querido Pedro y ahí se corta, sigo con no me llames, me aburro (es Marie la que escribe, creo) y hago zapping por las cadenas de televisión de mañana, incluso de pasado mañana (estoy siguiendo “Better call Saul”) . Nieva fuera y alrededor todo está blanco como un cuaderno donde anoto que nieva, aunque me lo invento en este final de julio que sube y baja y he perdido el pulso del enfermo (de hastío), seguro que se muere y lo inmortalizan subido en un caballo de bronce con una antorcha en el brazo extendido, metáfora de la muerte, o de la libertad, o de la libertad muerta, demasiado complicado y bien abrigado me siento bajo el olmo a leer a Gómez-Jurado (ay, señor, con lo que yo era)
2 comments :
Estar desconectado de TODO me parece superrrrrrrrr...
al menos yo no extrañaria en absoluto...jajaj eso si...unos dias...un mes..
Nieva? mmmm
jajajajajaj
eli mendez si me desconecto del Todo soy capaz de meter los dedos a un enchufe para estar conectado. Aunque nieve. Aquí nevar no nieva pero está siendo un verano tirando a malo. Eso sí, voy a la playa cada día, aunque llueva (el agua está a 17 grados)
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