Boca llena de sonidos y una nariz (postiza).
La
boca se me ha llenado de sonidos, me asomo a la adolescencia y caigo en la
madurez. Ves mi caída sin extender las alas. Dices que ya no me parezco al que
era. Ni falta que hace, pienso, por eso te escribo en equilibrio desde la
frontera entre el ardor del equinoccio y la intemperie del desamor. Te hablo desde
un presente continuo, no hay futuro. Como un aprendiz del oficio del
reencuentro junto fragmentos del vacío, llueven suspiros como machetes romos,
han caído las torres de la tierra oscura. Ya veo, la armadura y esta nariz
postiza me hace parecer ridículo (pues claro, so tonto).
1 comments :
A veces confieso que no te leo. No se me asuste usted que ahora te explico. Sí que leo tus escritos pero cuando los recorro, a menudo, a quien me leo es a mi por lo que me provocan.
Así en esta tesitura ególatra momentánea transitoria te digo que hoy me he leído y digo que no quiero parecerme a la que era, porque esto significaría que no he pasado por la vida, ni he permitido que ella pase por mí. Qué me quedé inerme. Qué me evité y me prohibí sentir.
Bien por quien tiene las agallas de quedarse/permanecer a tu lado con los cantos romos que se han modelado en tu interior, con alguna que otra arista, con la grieta que aún no cicatrizó y la proteges con una armadura, y que lejos de reprochártelo, te coje con paciencia tu mano y la lleva hasta sus propias heridas de "guerra" para que las sientas tuyas y os seguís reconociendo en lo esencial, incluso sois capaces de recomponeros en los vacíos; en los silencios.
Porque cuando estás al lado de tu cómplice, qué fácil es desplegar las alas, volar hacia donde te apetezca y qué divertido resulta hacerse moc moc mutuamente en la nariz y estallar, ambos, en sonoras carcajadas, seguir siendo adolescentes cuando te lo pida el cuerpo y también maduros si apetece.
Besets!
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