Y por el aire suena una música.
La
tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino
sobre las faltas de los demócratas. Albert Camus
Iron Worker, Chicago -1969- Jonas Dovydenas
Calles oscuras, barrios circulares, me saludas, te saludo// ambulancias animando las esquinas con luces amarillas// la orquesta de borrachos silbando un vals, todos les oyen, nadie les ve// ese que baila, Juan, tiene cuarenta años (joder, parece que tiene muchos más)// los picaditos dan vueltas y vueltas, nos piden dinero con los ojos colgados en la nieve; también piden dinero jóvenes madres acurrucadas con niños que lloran entre sus brazos// jefe, aparque aquí, que yo lo vigilo el carro// pasa una señora enjoyada, enlutada, envuelta en visón, -me llamó mala, Carmen, ¿te imaginas? yo mala, yo que solo le he hecho bien-, pero llora, amargamente llora, la señora// me contratan en el Hiper, a media jornada, estoy muy contenta y se baja la falda, tan mínima, tan lejos de las botas negras// que escribo esto y puedo seguir, claro, que entre lo que veo y lo que imagino me da para un post de varios días, pero no, mentiría, no puedo escribir desde mi bien vivir, desde este escondrijo detrás del monitor, que todo está tan lejos y MB se junta con rumanos, polacos, colombianos, senegaleses, argelinos, bolivianos, marroquíes, salvadoreños, gentes de acá y allá que quieren subsistir y puedo seguir pero me oculto en la (casi) poesía, en la lírica, en el tú me quieres, yo te quiero, ella no me quería, juegos, llenar huecos, pasar, nostalgia de la playa, tostarme al sol, desocupado y esto no es literatura, ni siquiera es una confesión, un desahogo, una confidencia, es una pieza más del juego, porca miseria, sí, porca miseria, que la vida corre y corre y hoy cuando tomaba el café de la mañana me he enterado que la semana pasada murió J. A., desayunaba a mi lado todos los días, anónimo, simpático, amable:
Se
ha dejado morir (me dicen)
Era mayor ¿no? (pregunto)
No, que va, 62 años, pero estaba muy estropeado, había vivido mucho (me informan)
¡62 años! si parecía mucho más mayor (me sorprendo)
Una vida intensa, este fue...hizo...y...y... (terminan)
¡Es verdad!, ahora caigo (alucino)
Era mayor ¿no? (pregunto)
No, que va, 62 años, pero estaba muy estropeado, había vivido mucho (me informan)
¡62 años! si parecía mucho más mayor (me sorprendo)
Una vida intensa, este fue...hizo...y...y... (terminan)
¡Es verdad!, ahora caigo (alucino)
De golpe le recuerdo en
el escenario, rodeado de buenos músicos en los festivales matinales, elegante,
trajeado, tan grande que su guitarra parecía de juguete. También improvisando
jazz en aquella boite de una calle que fue chic. Etcétera. Si os dijera quién
fue, quién es su hijo, no lo podríais creer. Se ha dejado morir después de haber vivido.
Calles
oscuras, barrios circulares, nadie me saluda, a nadie saludo// en esa esquina
hay un grupo que vende lo que no se vende, hay un grupo que compra lo que no se
compra// antes no había tantos extranjeros (defíneme extranjeros), antes
no había tanta gente rara (defíneme rara), antes todo era mejor (defíneme
mejor)// estoy perdiendo la capacidad de ver lo que veía y no son mis ojos,
estoy perdiendo la capacidad de ver y viene una ola gigante, tan alta como un
sexto piso, tan poderosa que no vamos a quedar ninguno // es inútil que te
compres un flotador con cabeza de pato, que ajustes calabazas al cinturón, esta
ola nos llevará hasta más allá de las vías del tren//alto, debo poner en orden
lo que escribo. Y lo que no.
Hasta
mañana.
Tengan
cuidado con la gripe, con todas las gripes.
Vuelvan,
les espero.
2 comments :
Buenas noches Pedro
Encarna C llego ahora a casa y te leo, buenas noches, muchas gracias.
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