Pido.
Pido
Prisionera de un pánico invencible,
y aunque sé de la inutilidad de todo sueño,
desde esa cárcel torturante que es la vida,
pido la autonomía total del hombre
y el derecho a no justificar para nada
su existencia.
Clara Janés
Prisionera de un pánico invencible,
y aunque sé de la inutilidad de todo sueño,
desde esa cárcel torturante que es la vida,
pido la autonomía total del hombre
y el derecho a no justificar para nada
su existencia.
Clara Janés
Uno
recuerda cuando era dos.
Incluso recuerda cuando era.
Uno no recuerda nada.
Un día te leen tres, otro día cinco, otro día no te lee nadie, ni dios, y te preguntas qué demonios has colgado o si están abiertas las ventanas o si han cerrado las fronteras. Un día escribes lo que a ti te parece una maravilla (dentro de un orden) y te dicen puaf (o no te dicen). Otro día escribes un texto de aliño y te dicen oh (te dicen). No sabe uno como acertar. Uno no acertó cuando dijo sí y cuando dijo no puedo, también cuando como ahora habla por no callar para que esos señores vestidos de negro se vayan y dejen de hacer huuu y el miedo, leer a los otros, saber que hay otros (además tan buenos), salir del ensimismamiento, compartir, enterrar la tragedia (¿de qué hablas?), olvidar la loa a los dichosos amantes, hipnotizados, luchando contra viento y marea, ellos, que sostuvieron con sus brazos el peso de los mares, buscan ahora botellas verdes con mensaje en las playas, cada uno por su lado. Quedar a salvo de la riada, desatar el nudo del dolor, taparse los oídos al estruendo del mundo, voces de lluvia, silencio de amores rotos, silencio, silencio (¿aún así?) y es fácil esto, si has llegado hasta aquí es fácil.
Incluso recuerda cuando era.
Uno no recuerda nada.
Un día te leen tres, otro día cinco, otro día no te lee nadie, ni dios, y te preguntas qué demonios has colgado o si están abiertas las ventanas o si han cerrado las fronteras. Un día escribes lo que a ti te parece una maravilla (dentro de un orden) y te dicen puaf (o no te dicen). Otro día escribes un texto de aliño y te dicen oh (te dicen). No sabe uno como acertar. Uno no acertó cuando dijo sí y cuando dijo no puedo, también cuando como ahora habla por no callar para que esos señores vestidos de negro se vayan y dejen de hacer huuu y el miedo, leer a los otros, saber que hay otros (además tan buenos), salir del ensimismamiento, compartir, enterrar la tragedia (¿de qué hablas?), olvidar la loa a los dichosos amantes, hipnotizados, luchando contra viento y marea, ellos, que sostuvieron con sus brazos el peso de los mares, buscan ahora botellas verdes con mensaje en las playas, cada uno por su lado. Quedar a salvo de la riada, desatar el nudo del dolor, taparse los oídos al estruendo del mundo, voces de lluvia, silencio de amores rotos, silencio, silencio (¿aún así?) y es fácil esto, si has llegado hasta aquí es fácil.
Uno
recuerda todo.
Incluso recuerda cuando no era.
Uno no recuerda cuando éramos.
Incluso recuerda cuando no era.
Uno no recuerda cuando éramos.
2 comments :
Escribe libre. Disfrutando tú, se muy, muy egoísta escritor escribiendo. Se como eres no te contamines. No fastidies a estas alturas como para acertar a los demás., con sus gustos.Por ahí se pierde la calidad de tú esencia.. Buen día Pedro. Y a mantener el tipo. Gracias a ti siempre.
Encarna C en mi caso escribir es un acto solitario que precisa de una gran dosis de humildad para saber que esto es apenas un entrenamiento sin otro fin que compartir…oye, yo qué sé, me lo paso bien. Gracias, muchas.
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