Los infractores.
El teoréma de Pitágoras
El
teorema de Pitágoras -que todos hemos estudiado sin duda en el colegio- es una
de las fórmulas más importantes. La ecuación, que hay quien la remite a la
grabación de una tabla de arcilla de Babilonia, nos explica la relación de los
tres lados de un triángulo rectángulo. La importancia de la fórmula que sentó
la base de la trigonometría, argumenta Stewart, radica en que "logró la
unión de la geometría y el álgebra", permitiendo calcular las distancias
en términos de coordenadas. Así, Pitágoras (Isla de Samos, Grecia, 540 a.C.)
dio el primer paso hacia las técnicas geométricas necesarias para la
cartografía, navegación y topografía. "Lo que nos ha permitido esta
ecuación es la medición de distancias". Esto se traduce en el día a día en
la creación de mapas y, para sorpresa de muchos, participa en el sistema de
navegación por satélite (GPS), que utiliza no solo el teorema de Pitágoras sino
otras tres teorías más de este libro.
Las cúpulas de los palacios
se reflejan en el oscuro manto de la Ría. Aquí están, llegan los infractores
del amor debido. Nadie les mira al pasar. Mantienen la cabeza baja por el
centro de la calle. Esquivan los jardines y los jazmines, el sonido de los
semáforos, el runrún del tráfico, los ciegos recostados en las esquinas y los
prejuicios, como una roca negra y lisa imposible de escalar. Caminan y el mundo
es un paisaje nuevo con personajes mezcla de pájaros y funcionarios con
manguitos, con las sienes desdibujadas por la obediencia, por lo correcto.
Nadie despidió a los infractores del amor prohibido, nadie les recibe con
palmas, con palomas negras, agitando hoces o abalorios, nadie sabe.
Abrir las ventanas al caliente viento del desierto.
O ahogarse en un remolino del oasis descubierto apenas ayer.
2 comments :
Oasis... y en este Marzo... pues que suerte!
Un abrazo, señor afortunado.
cristal00k, ayer es una licencia poética. Ojalá.
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