Ya falta menos para San Fermín.
1955
Un año más sus pasos apresura;
un año más nos une y nos separa;
un año más su término declara
y un año más sus límites augura.
Un año más diluye su amargura;
un año más sus dones nos depara;
un año más, que con justicia avara
meció una cuna, abrió una sepultura.
¡Oh! dulce amigo, cuya mano clara
en cifra de cariño y de ternura
la mía tantas veces estrechara!
Un año más el vínculo asegura
de su noble amistad, alta y preclara.
¡Dios se lo otorgue lleno de ventura!
(De "Nuevo amor" 1933)
Apenas había entrado enero y ya un amago de lluvia había puesto el cielo del revés, el frío nos mordía las orejas sin ninguna consideración, los problemas indelebles estaban en fila como botellas de leche en su caja de cartón, uno, dos, tres, este era el arduo oficio de la vida y además no tenía espada, ni coraza mientras G. me hablaba de hormonas, de su falta, de su falta de deseo, se refería la sexual, yo le hablaba de las mías, mis hormonas, de su exceso, de mi insaciable deseo, me refería también al sexual, claro, tomamos un vino y aquí paz y después Gloria, entonces llegó T y mandó a parar, como el comandante, como los que mandan, que cuando llegó en autobús fui a esperarla con una orquídea y me la hizo comer, allí, delante de todos, sin sal, sin tenedor, a pelo, como el día de las velas, que preparé la mesa con los platos de mi abuela, los buenos, los que me tocaron en el pito, pito, gorgorito de la primera herencia, me pasé toda la tarde cocinando, qué quieres, coloco un candelabro romántico, enciendo dos velas rojas y va y llega y dice que es vegetariana que ella ha venido a follar y que menos pamemas, al lío, una romántica, como C. que en las reuniones de facultativos que presidía debía generar temas, dar la voz y la palabra (¿es lo mismo?), hasta que A. levantaba la mano y pedía turno para su vagina, que quería hablar, expresar su opinión, qué menos, las vaginas hablan poco y así nos va, como a S (en realidad no sé cómo se llama) que fue miss Santander y ahora está con la cabeza perdida buscándola por los pasillos de un residencia siniestra, con su marido ex boxeador que ha perdido el juego de piernas, incluso las mismas piernas, ocultas bajo una manta compasiva, oculta su pena, disimulándola con apariencia de normalidad, un decorado, cómo diantres vamos a estar normales si apenas ha entrado enero y no para de llover, el frío, los problemas y estas indisimuladas ganas de sexo, como en diciembre, como en junio. Ya te digo.
5 comments :
Veo que Papá Noel te ha traído subrayadores de colores :) Se agradece, así se entiende mejor :)
un abrazo.... hasta el 7 de julio....
De cenizas, no, chato, a mi casa no viene Papá Noel, ni siquiera el Olentzero (el jueves lo explico) a mi casa vienen los Reyes, los tres, con camellos y toda la parafernalia.
Como este año también he sido bueno seguro que también vendrán.
Y esta página se entiende sin colorines (eso intento)
Abrazos.
Pues yo espero que de nuevo vuelva la normalidad. Lo demás me satura y me apura.
Sabes que el 7 de julio es mi cumpleaños? No corras tanto dame tiempo a saborear unos mesicos de este 2011
Un beso
Y el buitre (¿o es un quebrantahuesos...?) esperando por nosotros, vegetariano sí que no es.
Y tú, mi querido omnívoro, encantador ahora y siempre, por los siglos de los siglos.
Besitos besitos besitos
… “El amor” dijo Orlando. Inmediatamente –tal es su impetú- el amor tomó forma humana -tal es su orgullo-. Los otros pensamientos se resignan a ser abstractos; éste no descansa hasta revestirse de carne y sangre, mantilla y enaguas, calzones y justillo. Y como todos los amores de Orlando habían sido mujeres, ahora, con la culpable lentitud que ponen los organismos humanos para adaptarse a un cambio de convenciones, aunque mujer ella misma, era otra mujer la que amaba; y si algún efecto produjo la conciencia de la igualdad de sexo, fue el de avivar y ahondar los sentimientos que ella había tenido como hombre. Pues ahora se le aclararon mil alusiones y misterios antes oscuros. La oscuridad que separa los sexos y en la que se conservan tantas impurezas antiguas, quedó abolida, y si el poeta tiene razón en afirmar que la Verdad es la Belleza, y la Belleza es la Verdad, este afecto ganó en belleza lo que perdió en mentira.”
Virginia Woolf
Ustedes me perdonaran pero antes, llegarán las Fallas.
Besos mil.
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