Moebius, un auténtico genio. Yo también soy admiradora sin reservas. Tu abanico musical, de lo más recomendable. Las pelis no las ví, ahora me largo a ver "Animal kingdom". Besitos de sábado, con sol y playa.
Con relación a su “Jose Luis y amigos” que publicó ayer, le re-comento con retraso porque, casualidad, ayer estaba, efectivamente, en una lectura “de altura” no sólo por su indiscutible calidad literaria ya que se trataba de una tertulia sobre La canción de Salomón de Toni Morrison, ni por la de su moderadora, Luisa Etxenike – buena escritora y magnífica pedagoga – sino por el entusiasmo de toda/os los participantes entre los que tuve el enorme placer no sólo de encontrarme, sino también de participar e incluso disentir, eso sí, créame, con los deberes hechos, es decir, el libro bien leído.
El mismo entusiasmo con que casi a diario asisto a este blog, donde también participo cuando tengo tiempo, motivos y, sobre todo, ganas para decir. Ganas como las que me ha provocado su cuento y a cuyo comentario Vd., entre otras cosas, responde:
“Yo qué sé, leches, que me estoy justificando y no sé porqué. Ahora bien, eso de “machotes” me ha llegado al alma”.
Sinceramente Glup: excusatio non petita, acusatio manifiesta.
Leo su comentario a mi comentario y me vuelvo a reafirmar en lo comentado de que su cuento tiene muchos puntos - obviamente más allá de los de las medias - que, por cierto, no explicito.
Ahora bien, le puedo asegurar que ni siquiera he dedicado un segundo, tal y como Vd. mal interpreta, a pensar en si él “la tenía para mear” o si ella “ le despertó los instintos”, de la siesta, o de cualquier otro lugar, jesús, qué cosas hay que leer, si lo sé no vengo. En cambio, sigo pensando que dice mucho sobre “machotes”, un término que he utilizado peyorativamente, tal y como indican las comillas, como podía haber utilizado, por ejemplo, “gamberrotes”, sin más. En cualquier caso, hasta ahí llega mi juicio moral sobre los protagonistas de su relato. Nada que ver con lo que su sesuda y sexuada suposición me adjudica.
Porque, si más acá o allá de lo narrado, los protagonistas obtienen el premio Nobel de lo que sea, tienen trillizos, se matan a pajas, son controladores aéreos, informáticos o bomberos, ni a mi altura como lectora, ni a la suya como escritor, le debe afectar en absoluto.
Agradeciéndole su tiempo y espacio, quedo siempre suya literariamente.
3 comments :
Moebius, un auténtico genio. Yo también soy admiradora sin reservas.
Tu abanico musical, de lo más recomendable. Las pelis no las ví, ahora me largo a ver "Animal kingdom".
Besitos de sábado, con sol y playa.
Con relación a su “Jose Luis y amigos” que publicó ayer, le re-comento con retraso porque, casualidad, ayer estaba, efectivamente, en una lectura “de altura” no sólo por su indiscutible calidad literaria ya que se trataba de una tertulia sobre La canción de Salomón de Toni Morrison, ni por la de su moderadora, Luisa Etxenike – buena escritora y magnífica pedagoga – sino por el entusiasmo de toda/os los participantes entre los que tuve el enorme placer no sólo de encontrarme, sino también de participar e incluso disentir, eso sí, créame, con los deberes hechos, es decir, el libro bien leído.
El mismo entusiasmo con que casi a diario asisto a este blog, donde también participo cuando tengo tiempo, motivos y, sobre todo, ganas para decir. Ganas como las que me ha provocado su cuento y a cuyo comentario Vd., entre otras cosas, responde:
“Yo qué sé, leches, que me estoy justificando y no sé porqué.
Ahora bien, eso de “machotes” me ha llegado al alma”.
Sinceramente Glup: excusatio non petita, acusatio manifiesta.
Leo su comentario a mi comentario y me vuelvo a reafirmar en lo comentado de que su cuento tiene muchos puntos - obviamente más allá de los de las medias - que, por cierto, no explicito.
Ahora bien, le puedo asegurar que ni siquiera he dedicado un segundo, tal y como Vd. mal interpreta, a pensar en si él “la tenía para mear” o si ella “ le despertó los instintos”, de la siesta, o de cualquier otro lugar, jesús, qué cosas hay que leer, si lo sé no vengo. En cambio, sigo pensando que dice mucho sobre “machotes”, un término que he utilizado peyorativamente, tal y como indican las comillas, como podía haber utilizado, por ejemplo, “gamberrotes”, sin más. En cualquier caso, hasta ahí llega mi juicio moral sobre los protagonistas de su relato. Nada que ver con lo que su sesuda y sexuada suposición me adjudica.
Porque, si más acá o allá de lo narrado, los protagonistas obtienen el premio Nobel de lo que sea, tienen trillizos, se matan a pajas, son controladores aéreos, informáticos o bomberos, ni a mi altura como lectora, ni a la suya como escritor, le debe afectar en absoluto.
Agradeciéndole su tiempo y espacio, quedo siempre suya literariamente.
Un día precioso el tuyo.
Besos
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