jueves, 20 de enero de 2011

Desengaños amorosos (1)

 
¿Mi desengaño amoroso más grande?

Cuando estando al otro lado de varias fronteras a las 9 de la noche, sola, jodida y sin saber qué hacer en una situación que no era ni la esperada ni la prometida, llamo a la persona más importante para mí, para sentir algo de voz conocida, un idioma familiar, un calor, un "abrazo" metafórico. Y lo que obtengo es un silencio que me ahoga y un "no me llames, sufro por verte tan mal, es muy duro para mi, así que no me llames".

Dicen que un amigo es a alguien a quien puedes llamar a las 12 de la noche para que venga a recogerte. Eran las 9 de la noche. No pedía nada excepto unas pocas palabras. ¿Qué es esto? No lo sé, pero ni es amigo ni es amante. ¿Y la que llama? Una gilipollas.

Jamás le dije nada. Y él, con tanta empatía con mis sentimientos, aún está por darse cuenta de que, en lo que respecta a mi vida, está despedido.

No me desengañé ni siquiera cuando me dijo, aquel día de Nochevieja hacía casi un año, que no me amaba y que jamás lo haría. ¿En qué me afectaba? a fin y a cuentas, yo no quería que me amase, yo simplemente le amaba. Lo que él sintiese no cambiaba mis sentimientos. Y seguí teniéndolos durante los más de 10 meses siguientes en que compartimos nuestra vida como amigos.

Pero mis sentimientos cambiaron aquel día a las 9:05 de la noche en el instante en que colgué el teléfono, en aquel jodido pueblo perdido en los Abruzos.

 (Parque Nacional de los Abruzos)

Este blog intenta la comunicación.

En ocasiones se me ocurren ideas peregrinas para conseguirlo.

Una de ellas es pedir colaboración, diálogo, que me cuenten, no solo contar.

No me importa que sea cierto o invención.

Con timidez, con cierta ingenuidad, lo lanzo.

Y a veces, como anoche, tengo la agradable sorpresa que alguien –bienvenida- responde y me envía sus emociones, sus alegrías, sus fracasos, su respuesta.

Saber que nos leemos compensa el trabajo.

Muchas gracias a todos.



4 comments :

Pedro M. Martínez dijo...

Una sorpresa.
Muchísimas gracias por tu testimonio.
Lo publico tal cual.
Excepto que me autorices dejar tu nombre lo dejo como Anónimo.
Un abrazo y mañana sigo.
Gracias de nuevo.

Arantza G. dijo...

Dejar constancia de mi paso.
Y contar...
Supongo que uno no se desengaña si entra en una relación sabiendo que no puede ir bien. Vivir una historia apasionada, donde el comienzo es sexo y lo demás, añadidura, eso no puedo provocar un desengaño. Lo malo de la situación es que uno de los participantes se enamore y eche por tierra el plan previsto. y aún peor, que ese uno sea hermano del marido y las cosas se compliquen y haya que tratar el tema como quien conversa con un extraño. Jodío desengaño.
Besos Pedro.

Magnolio dijo...

Sólo dejar breve constancia del amplísimo comentario que me gustaría hacer y no puedo (por falta de tiempo) y tampoco debo (porque éste no es el lugar, a pesar de las buenas intenciones de Glup) sobre el texto anónimo, o de Arantza, o de quien sean las tripas de quien lo haya escrito: pues eso, que lamento el desengaño – por desgracia tan universal, detalle arriba, cuñado abajo - y me alegro por el texto.

gaia07 dijo...

Cuando pasas momentos duros es difícil entender la falta de capacidad de algunas personas para estar a la altura.

El hecho es, que los sentimientos son como la hierba, se pueden pisotear y desgastar pero crecen en cualquier parte.

Un abrazo

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