Dial.
Hoy cambié el registro, se movió el dial.
Nos mintieron, dijeron que este invento nos haría libres, mejores, ricos en sentimientos, que alcanzaríamos una óptima comunicación entre iguales. Mentira.
Después de una lectura imaginamos una cara a nuestro gusto, unas manos que acarician la soledad, un pecho que recibe nuestras lágrimas, una voz que siempre dice cosas bellas o tristes o graciosas. Nos engañamos. Pero sabemos que la vida es un engaño.
Reproducimos los mismos esquemas que en la vida real. Tan egoístas, deseamos compulsivamente que nos quieran, que nos hagan caso, que nos mimen, que seamos únicos, tenemos celos de los otros, impulsos de rabia, frustraciones, soledad, miedo, un cúmulo de emociones fluyendo quien sabe por qué incomprensibles, insondables sistemas.
Sin saber cómo, un día te ves envuelto en un problema. Primero literario, aunque ese lo resuelves a golpes de versos, oficio y emocionados poemas de cristal. Pero luego los sentimientos te saltan a los ojos, te muerden el corazón, sufres con los sufrimientos de otros, te das cuenta que la soledad no es privilegio de ningún país, idioma, sexo, condición social y que esta comunidad universal es solo una mujer o un hombre temblando de miedo bajo un cielo inmenso, lleno de estrellas, de dioses invisibles.
Uno siempre fue un romántico pero besaba a su amor en los portales, en los parques, en la última fila de los cines, en los pórticos de las iglesias.
Uno siempre tuvo la cabeza en las nubes, pero abrazaba su cuerpo desnudo al cuerpo desnudo de las mujeres que amaba.
Uno no sabe muchas cosas, es cierto, pero las que sabe, las que siente, las defiende con todo el alma, con toda las fuerza.
Uno sabe que la vida es tan corta que no se puede perder ni un segundo en lamentaciones.
No sé a que vino todo pero no tengo tiempo ni ganas de enmendarlo. Me ha salido a borbotones. No lo corrijo, no tengo tiempo.
En referencia a todo aquello que no digo, Benedetti dijo:
y que vos muchachita
con paciencia y cautela
sin herirme ni herirte
rescataras de allí la luna y el río
los emblemas rituales
los proyectos de besos o de adioses
el corazón que aguarda pese a todo.
13 comments :
No suelo estar bajo las alas de un ángel, pero con ya sólo pedir el rescate de un río creo que el díal, la radio y la pantalla se pueden ir a hacer puñetas. Con un río, al menos, soledad sonora.
Besos sacrílegos.
Me tocaste el corazón.
Salgo despacito sin hacer más ruido porque no quiero llorar y se que si sigo...lo haré.
Adorado Pedro, un beso con cariño.
Me interesan hoy esas vainas tan delicadas que nos has presentado. Vainas traslúcidas que sugieren un apetito de nana, de un labio cantado como eterna ternura, un apetito de emisora, de efe eme, donde uno radia sus poemas de onda corta y donde otra persona, en lo lejano, los recoge.
Te vino todo, como a mí me vino.
Abrazos.
Felicidades, Don Pedro.
A ver si invitas...
Un beso.
"Esta comunidad universal es sólo una mujer o un hombre temblando de miedo bajo un cielo inmenso, lleno de estrellas, de dioses invisibles".
Como los árboles y las flores. Muestran al exterior sus bellas diferencias, pero la esencia, lo que las sustentan y lo que las identifica está oculto bajo tierra. Y todas necesitan el mínimo alimento del agua y el sol.
Aunque ellas no piensan y nosotros sí:
"Pero por más que busque el pensamiento
darnos consolación con espejismos,
el pensamiento es quien nos desconsuela.
Si la rosa pensara, lloraría
la suerte de saber que es una rosa.
Si nuestra inteligencia fuese justa,
se compadecería en los extraños
que han sido y que serán, como quien pierde
durante la batalla a su gemelo.
Si observamos con alma equitativa,
con humilde prudencia redentora,
todo es irrepetible en su infortunio,
no hay nada que no tenga intimidad,
no hay nada que merezca su destino,
ni nada que nos libre de este peso:
saber que somos los inconsolables".
Carlos Marzal
Me emociona tu texto y esos versos de Benedetti. Porque
Yo tenía dieciséis años... Pero...
Y sin embargo en algún lugar recóndito del corazón aún permanece un atisbo de inocencia.
Besos dede la raíz.
Maravillosa narración que nos toca una vez más el corazón.
Te deseo un feliz día de tu Santo con un fuerte abrazo...
Felicidades Pedro, te leo, sabes que te leo, aunque no diga nada.
"una mujer temblando de miedo bajo un cielo inmenso, lleno de estrellas, de dioses invisibles."
Un beso... que pases un feliz día hoy y todos los que están por venir.
Nuestros siempres, nuestros unas y nuestros unos.
Sabes tocar muy bien, cada una, cada uno.
Me encanta, emocionada te beso.
Escucha el buzón de voz, al menos hoy. ... :-P
Besitos.
LLevo un buen rato aquí pensando que podría decirte. Lo primero que me salió de forma casi explosiva fue: ¿Y? Pero entonces pensarías de que se trataba de una respuesta altiva, así que no digo nada, pero dejo esto para constancia de que estoy aquí-mientras pueda-para lo bueno y lo malo, y no es que esto sea malo, es que me mata.
Algo ocurrió, algo que se me escapa, eso queda claro, pero el qué; para que te manifestaras hoy de esta forma.
Pienso lo mismo al igual qu tú, pero me callo, me callo tantas cosas...
Realidad e imaginación, tan íntimos y tan dispares. Querer lo que imaginas, negar lo que tienes, solo un paso entre compartir ideas y entregar el alma. Entre la conciencia y la locura.
Belleza en tus letras y malestar en tus sentidos. Tu dial no te dejará caer ante la locura de nadie.
Un abrazo.
Junio está tan lleno de belleza que no saco tiempo para comentar vuestros comentarios.
Seguro que lo comprenderéis.
Muchas gracias a todas/os
Un abrazo.
Por si hace falta ayuda traigo un poema de Girondo que lo deja todo claro:
hay que buscarlo
Un abrazo escritor a borbotones, detrás de un teclado hay siempre una persona, para bien y para mal.
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