Carta del amante con tambores.
Mi amada, aquí, tocando el tambor como en Calanda, escribirte es una prolongación de verte, de escucharte, de sentirte, por eso, por oírte entre mis venas cuando pienso en cosas bellas, en emociones que me vienen de fiesta por la cabeza cuando voy de un lado a otro, conduciendo, cantando a pleno pulmón, por carreteras recónditas con postes de telégrafos y gatos en los balcones de los caseríos. Tú también me descubres sensaciones recónditas, eres como una pescadora sentada en el muelle, sacando de mis aguas claras hermosos meros, relucientes besugos, langostas que tocan con las pinzas castañuelas de oro. También navegas en la marea baja y caceas mis chicharros melancólicos, mis sardinas saltando a tu barca, mis algas enredándose en tus anzuelos más retorcidos. Cuando estoy contigo me siento espeleólogo de tus cuevas de sal, caminante de tus montes, curioso explorador de tus selvas más intrincadas. A lo lejos se escucha el grito de Tarzán pero no temas, refúgiate en mi pecho y juntos nos defenderemos de los insectos del agua, de las sanguijuelas prehistóricas, de los rebeldes dinosaurios recolectores de huesos. Sería mas fácil hablar desnudos, pero llueve fuera, y no sabríamos amarnos sin vecinos presentidos escuchando con la oreja pegada a la pared, sin ruidos misteriosos de patas de palo por el techo y murciélagos chocando con las lámparas de gas. Sería más divertido bordear la costa pero mis muletas se hunden en el barro y debemos pararnos, limpiar el taco de goma que impide ese toc-toc por el asfalto y golpeo a los estorninos que no nos dejan caminar, a los perros sin collar que intentan que los adoptemos con sus ojos lastimeros -yo fui perro en el 95 ¿te lo he contado?- Pongo a tus pies las flores de mis mentiras preferidas y enciendo velas de colores, quemo incienso, quemo mis calcetines amarillos con agujeros, quemo tu última carta y me como los sellos, amenazo al cartero y no es bueno acusar al mensajero pero dime, mi bien ¿cuándo me escribes? qué no puedo vivir sin leer de ti tus desvaríos, tus caricias al aire, tus inventos de atarme a la cama y tatuarme con los labios, con saliva, una fábrica de pasión, con obreros que salen y que entran, con sirenas anunciando el fin de la jornada, con ejecutivos ejecutándose a sí mismos con corbatas al cuello que cuelgan de clavos en el techo. Ojalá que las termitas de la duda jamás devoren la viga maestra de amor que sostiene este edificio donde nos cobijamos, ateridos de otros fríos, selenitas, arrobados en el fuego de mirarnos, cormoranes de aquel cielo, también nuestro, inventores, cuenta cuentos, poetas de un solo verso, acróbatas de nuestros cuerpos retorcidos, vencedores del concurso de jadeos, sutiles artesanos de los dedos que viajan de las uñas al extremo de tus cabellos de color indefinible, quizás porque siempre nos vemos en penumbras, peces de lo más profundo, batíscafo barriendo la oscuridad submarina con linternas, con faroles chinos, con cerillas, con aliento nublando las ventanillas desde donde se ven vacas pastando, brutos temporeros de pechos fáciles, o baratos, de liquidación, aprovéchate que estoy de vacaciones, ausente, que nadie puede llamarme porque ni siquiera sé donde estoy, este paisaje no es el mío, no me han presentado a las moscas y el gavilán fuma sin parar y bien, seamos serios, este torpe fluir surrealista tiene truco, esconde la pura realidad, que es tan difícil, tan llena de clavos, de cristales, de macetas que bostezan, de maletas en el tope de los trenes. Desde el centro de esta plaza, montera en mano, te lo dedico, aunque quisiera mejor, ahí sentados, compartir una taza de café, un ron helado, un aplauso a cuatro manos o un estudio sobre la naturaleza humana, sobre el bosque de las pasiones, sobre este tigre que nos mira, y los monos, y a Arregui se lo han comido los osos después de una vida junto al río. “¿Volveremos a nuestra tierra dura alguna vez?. El oro es el regreso.” que decía don Pablo. Besos, nena, besos.
22 comments :
Hoy me corresponde ser la primera... es mi cumpleaños, así que me otorgo el premio -la carta, que aunque sé que no es para mí, la hago mía-, hoy es mi día y me lo concedo...
Me gustan las historias que me aceleran al leerlas, que me hacen ir más deprisa para saber que dirá la siguiente frase... En esta -una vez más- lo consigues...
Besos varios, epistolares, cibernéticos, de labio a labio...
muy bella la carta, tanta pasión, ansiedad y anhelo estremecen a cualquier viajante de sueños... esas imágenes tan bien logradas crean un clima de extasis y sensualidad que un suspira y da mucha pena comentar... besos pedro ;)
Cada palabra leída, aumenta las ganas de devorar la siguiente... Así me ha pasado... Existe también la posibilidad de que hoy esté más golosa que de costumbre... Un placer leerte de todos modos... ¡Feliz semana!
Escribir a alguien es ciertamente una prolongación de su compañía.
Tus palabras lo prueban.
Abrazos.
Atzavara, ¡muchas felicidades!, si ya lo decía Luther Ingram - If lovin you is wrong, i dont wanna be right.
Que sigas teniendo ese ánimo, entusiasmo, curiosidad, simpatía y sensibilidad zubia.
Ese beso de labio a labio es un regalo que te correspondía a ti.
Más besos.
Sí, yo también digo que si le escribís a alguien es como si desearas verlo otra vez. Así, tipo que no querés que se haya ido, y no podés sacartelo de la mente.
Ahora sabés porque es difícil ser yo?
Saludotes y abrazotes.
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Parece que lo tuvieras junto a vos, si le escribís es como si te imaganaras que lo tenés frente e avos, si le escribís le hablás, aunque no estoy seguro de que si lo va a leer.
Saludos y abrazos.
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
Amada Inmortal...viajantes de sueños...y sin embargo con los pies en la tierra que da vueltas tan rápido que ya es lunes y a saber cuando escribí cartas tan apasionadas ahora que la memoria me flaquea y eso de sensualidad me recuerda a un anuncio de la tele y debe ser que ayer es demasiado lejos y solo queda esta mañana y quiero encontrar otro horizonte expresivo y tú que culpa tienes de este rollo con el comentario tan bonito que me has hecho. Gracias. Un beso.
Golosa Naty abro mi pastelería solamente para ti, sírvete, todos mis bollos de mantequilla a tu disposición, los pasteles de arroz, las tartas de chocolate, las de cabello de ángel, que no te falte de nada. Hasta este beso. Gracias.
Lo malo ybris, es cuando te escribes a ti mismo, a tus (posibles) carencias, a tus sueños, a tus deseos y te salen cosas a sí que preocupan, vaya que sí, preocupa la destinataria, el anonimato, la necesidad de hacerlo (escribir, claro. También lo otro) y sí, seguro, lo que dejamos aquí prueba muchas cosas (no todas buenas, para uno me rfiero)
Abrazos.
Arthur perdóname que te diga que ser yo (o sea, tú) es difícil, claro. Lleva toda una vida ser uno mismo(o sea tú mismo), madurez se llama, o algo así.
Ah, olvídale.
Abrazos.
Gusthav te aseguro que lo lee, completo, se come las letras, las mastica, colecciona cada carta, tiene su casa empapelada con mis cartas, se las sabe de memoria, me las lee al oído, me las canta, me las devuelve pintadas de colores. ¿Ves? es bella la vida.
Saludos y abrazos.
Los selenitas tienen servicio de correos?
Lo he decidido, vas a ser mi oráculo surrealista... te molesta? venga, va, sólo de vez en cuando...
Un beso de lunes lunero cascabelero.
No me molesta, Margot
¡Marchando una de oráculo surrealista! ¡Mesa tres!
(Va)
Está tan llena de metáforas esta carta....
Me ha gustado mucho. Preciosa.
No he podido evitar recordar otra carta, otro camino y otro cartero.
Saludos con bruma.
El primer suspiro de amor es el último de la razón.
Besos, Gluo, besos.
Este sentido practico de la vida, va a acabar conmigo....¡¡¡
Todo el post pensando que lo mejor de Calanda no es el tambor, si no el melocotón...
Y a mi, con hambre, que no me hablen de festejos y tontás....
Te beso, Pedro¡¡
Hilda
Camille, no desfallezcas, siempre llama dos veces (el cartero) y quizás te traiga otra carta, aunque sea por otro camino.
Gracias entre la bruma del martes.
Qué bonito, Carmen, qué bonito.
Y cierto.
Yo suspiro mucho, ahhhhh.
Besos
Viuda de Tantamount, lo práctico, sí.
Melocotones los que agarraba yo, antes, que me bebía hasta el agua de los floreros, que por perder el sentío ni sabía donde quedaba Calanda y me pasaba, siempre me pasaba. Así.
Y a buen hambre no hay melocotón duro.
Beso te, Hilda.
Oh no había metáforas en mi comentario. Hablaba de la carta en el camino de un poeta y del cartero del mismo poeta.
Afortunadamente, yo tengo mi vate particular y un buzón muy bonito.
Camille, no tengo ninguna duda que tienes un buzón muy bonito.
Enhorabuena sin metáforas
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