Círculo.
Un pájaro cantó en las cercanías.
¿Dónde?. ¿Dónde el sentido, dónde el ala
y el canto?. ¿Como pudo, en lo invisible,
penetrar lo visible?.¿Dónde el pájaro?
Dolor del mundo, sólo se escuchaba
tu murmullo incesante. Lluvia oscura
sobre la tierra, y tras la lluvia un canto
ahogado junto al borde del tormento.
Miré un charco, y no supe.
(Andrés Sánchez Robayna)
Todo esto ya lo he escrito, todo lo he dicho, ya antes he dicho que lo he dicho, literatura circular, lo mismo, nada nuevo, por eso me fui a América, al llegar vi que era igual que lo que conocía, ya visto, sin novedad, sin emoción, ahí termina el mundo, sin horizonte, se pierden los mares por un vacío atroz, rumores entre los árboles negros, las bestias bebiendo en la ribera del aire, seguir las señales, en las carreteras, usted está aquí, digo lo que me marca las vísceras, lo que me impresiona, prohibido girar a la derecha, stop, señales en el alma, no se enamore, si se enamora no conduzca, desde aquí se llega a lo incalculable, calcúlese usted mismo latitudes y longitudes, más señales, ha llegado usted al lugar equivocado, esto no es el paraíso, esta es una tierra de dolor, de distancia, de desesperación, no hay trabajo, vuélvase a su país, punto de retorno, volver a ninguna parte, ciudadanos de nada, leyes para todos, unos todos son más todos que otros, rosas brotando entre las junturas de la esperanza, belleza en las sentinas del trasatlántico, la nave que cruza los amaneceres, la luz de la mañana rompiendo la línea de la carretera a los sueños, la sonrisa joven guarecida bajo un cielo restringido, esperanza entre las flores, desde la puerta del bar donde tomo el café por la mañana se ve la ventana a la que me asomaba en mi niñez, mi niñez es un concepto perdido en un tiempo con un telón rojo que sube y baja, fascinación infantil perdida, audaz cuesta abajo para llegar ahí arriba, arriba y abajo, la enfermedad como límite, y la muerte, jerarquía de preferencias, salud, amor, dinero, marque con una cruz su opción, falta el poder, lo quiero todo, hastío, aburrimiento, bostezos a media tarde, apatía, el sentido de la vida, ella me lo preguntó ayer -¿qué es para ti el sentido de la vida?- balbuceos, esto..., yo..., -lo que perdí un día-, un día, aciago, pierdes el sentido de la vida y has muerto, el alma arrasada, incapacidad para levantarte de la cama, para mover los brazos, para mover los músculos de lo mínimo, comer, beber, suspirar, arañas suspendidas del techo de las estrellas, temores colgando del universo, olvido de quién era, no ser, tierra deshabitada, han desaparecido los ruiseñores, relámpagos en la conciencia, depresión, X está deprimido, y J, y H, nos faltan letras, abecedario, nos falta visión de la realidad, o es precisamente eso lo que tenemos, que vemos, que no hay más, que ayayayayay esto es lo que hay, exploradores del vacío, mapas llenos hasta el último milímetro cuadrado, sin espacios en blanco que explorar, todo esto ya lo he visto antes, todo esto ya lo he escrito, todo lo he dicho, ya antes he dicho que lo he dicho pero no sabes como libera esta metonimia a media mañana. Qué bien.
11 comments :
Desde América te digo que ya ni recuerdo como llegué hasta aquí sólo sé, que no puedo dejar de hacerlo. Siempre me llevo algo de lo que piensas que me hace tan bien.
Una argentina.
Verbalizamos (una y mil veces) todo lo que quisiéramos escupirle a la cara a la vida...
Uno no sabría explicar por qué algunos versos o algunas frases nos llegan hasta muy dentro. Eso me pasó con ese último verso de Sánchez Robayna sobre el canto del pájaro tras la lluvia:
"Miré un charco, y no supe"
Y de lo demás tampoco uno sabe demasiado pero tiene la sensación de que nada en la vida es circular del todo, ni siquiera la propia literatura: giramos sobre la misma realidad pero no describimos un círculo sino un helicoide que nos hace no coincidir nunca con el punto de partida de la vuelta anterior.
Un abrazo
Ayayaayaya, que América me suena pero me faltan letras y me sobra visión de la realidad. Cachis, que no voy a poder contártelo, pues.
Ya lo hiciste tú, qué bien!
Que besossssss pisando charcos, las rodillas empadadas, palabrita!
A mí se me ocurrió pedirle al GPS que me indicara el camino a mí mismo y se bloqueó. He tenido que volver a la guía Campsa.
Hace mucho que no te digo que que leerte es un orgasmo intelectual ¿verdad?
un abrazo.
Si eso creo yo también, nunca coincido con el punto anterior, pero siempre estoy dando vueltas a lo mismo....
Un abrazo enorme Pedriño, moitas grazas.
Mi querida argentina Hadelius, no sé si te he entendido bien, pero pareces contenta y eso me alegra. Un beso de Bilbao
Atzavara, la verdad, tanto como escupirle (a la vida), no me veo yo, que soy educadito y tímido. Pero eso sí, verbalizar...lo que haga falta.
ybris, es que si lo explicas pierde el misterio. Y , claro, "Miré un charco, y no supe" ¿se puede decir mejor? Abrazos
Margot ¿disfrutaste? Vida, pues de eso va el tema. A los charcos y volver a casa empapados y felices, como nuevos. (el tiempo que hace que no me mojo)
De cenizas ¿gozas, vida? Te voy a dar un abrazo agradecido, de verdad, coño, que me alegro. El día que tenga tiempo verás...
Mirada, me estás matando de buen gusto, que me envías maravillas, dulzuras, joyas, sensibilidad, que he vuelto a mirar tu foto y cuento los días que faltan para agosto. ¡guapa!
(hoy procuraré dejar en Aquí una canción de Léyanis López que espero te guste)
Besos.
SOBRE LA CONTRADICCIÓN
Si extiendo una mano encuentro una puerta
si abro la puerta hay una mujer
entonces afirmo que existe la realidad
en el fondo de la mujer habitan fantasmas monótonos
que ocupan el lugar de las contradicciones
más allá de la puerta existe la calle
y en la calle polvo, excrementos y cielo
y también ésa es la realidad
y en ésa realidad también existe el amor
buscar el amor es buscarse a sí mismo
buscarse a sí mismo es la más triste profesión
monotonía de las contradicciones
allí donde no alcanzan las leyes
en el corazón mismo de la contradicción
imperceptiblemente
extiendo la mano
y vivo.
Aldo Pellegrini
Disculpas por mi vulgaridad... no volverá a ocurrir...
Serenella, qué bueno ese poema de Aldo Pellegrini. Muchas gracias.
Atzavara, oye, que quiso ser un comentario gracioso.
La verdad no soy nada tímido (educadito, sí) y si hay que escupir se escupe.
Ahora bien, no me pidas verbalizar y escupir a la vez, me lío. No te digo nada si además tengo que pensar. O caminar. Las cosas una a una.
Ay, siento que no te haya gustado mi sentido del humor (me da rabia).
Besos, guapa.
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