viernes, 9 de mayo de 2008

Inercia 4. (Final con hikikimoris y Lucien Freud)

Es cierto, como alguien ha dicho,
que en un mundo sin cielo todo es despedida.
Muevas o no las manos diciendo adiós,
es despedida...
Y las palmeras inclinadas
sobre la laguna verde, brillante, y los pelícanos buceando
y los cuerpos resplandecientes de los bañistas que descansan,
son estadios de una extrema quietud, y el movimiento
de la arena, y del viento, y los movimientos secretos del cuerpo
son parte de lo mismo, una simplicidad que convierte al ser
en una ocasión para el luto, o en una ocasión
digna de festejo

(Mark Strand)






Toda la serie Inercia dedicada a Omar Sharif, a Francis Chick y a Bill Frisell.
Y de cerca, a Carmen, ánimo.

He aquí que esta serie de la inercia no daba para más pero. A la altura de mi escasa capacidad se baja por unas resbalosas escaleras de piedra, con verdín en los intersticios y somos tantos, tanto, que decir al unísono ah y que se entienda está dentro de lo no deseable. Dicen que mi cuento no se entiende, lógico, yo tampoco lo entiendo, no entiendo casi nada, por ejemplo. Cuando me hablan de una cifra superior a cien euros ya no calculo. Cuando Buenaventura nos informa que hay 11.500 millones de páginas indexables -dice que 1,7 por cada habitante de este mundo pequeño - sé que no quiero entrar en casi ninguna de ellas. Cuando nos avisan que cada minuto se abren ingentes cantidades de nuevos blog´s es que me entran escalofríos. Cuando miro los libros, periódicos, suplementos dominicales, películas, discos, vídeos, canciones que me bajo de emule, mensajes, llamadas en el móvil, postales, cartas, citas con amigos, clientes, familiares, enemigos, etc, que se me acumulan, es que me entran ganas de marcharme al monte y vivir en una cueva. Cuando me siento al borde de una mirada no sé (ya) descifrar una lágrima, un pájaro, el gozo en el pecho. Cuando casi todo lo que leo me deja un regusto de que ya lo había leído, lo que veo me parece la misma película, lo que escucho, la misma canción -o peor-, lo que... un momento, o soy demasiado viejo o esto está mal enfocado. Recomenzamos. Cuando como en el Faro del Puerto – por ejemplo- cada plato que degusto me parece tan delicioso como la vez anterior que comí ahí, o más. Cuando nado en el puerto de Elanchove siento el agua y la nostalgia acariciándome dulcemente todo el cuerpo, como siempre, como entonces. Cuando bebo el segundo cubalibre me gusta tanto como el primero y además veo colores que antes no. Cuando aquellos a los que amo me miran, me hablan, me tocan, cada átomo de lo que soy se excita y vibra y me deja en el cerebro -o donde se guarden las sensaciones- un calor maravilloso. Cuando amo a la que amo siento que estoy ahí arriba, que no puedo subir más, estoy por encima de las nubes del sentimiento, casi no puedo respirar por la pureza del aire. Cuando amo a la que amo siento que mi cuerpo es el suyo y que no conozco otra forma mejor de ser otro y yo y nosotros y es el ejercicio que –siempre- más me ha gustado, me gusta, practicar. Cuando sé que aún soy capaz de perder la razón, de descubrir otro continente, de lanzarme de cabeza a la hoguera, de correr por la ribera de mi propia capacidad física, sé que estoy tan vivo que me enorgullezco y salto y grito de pura felicidad. Cuando escribo estas cosas, cada día, pienso que qué pensarán los que lo lean -si alguien me lee, aunque las estadísticas, quizás solo miran las fotos- me conozcan o no, riesgo que tomo dejando delante la fachada glup 2.0 que obviamente no soy yo o sí –tranquila, S, esto va así, si te enfada no me leas- y tampoco es cosa de poner mi foto, mi dirección, mi cuenta corriente y bastante tengo con robar minutos a esos que decía. Vale, que´sto es un ejercicio de gimnasia rítmica y que entre lo que hay en el almacén –pase, pase, no se corte, hay confianza- puede usted -y usted, no se haga el despistado- encontrar de tó, la puerta está abierta y agradezco el tiempo que se toma, las críticas se aceptan y si me quieren invitar a comer también. Quiero besarles uno a uno y está decidido, no se pongan remilgosos. Voy p´allá.


26 comments :

ybris dijo...

Algo en todo esto nos desborda.
Eso viéndonos entre tantos. Pero cuando se siente por dentro que este ejercicio de gimnasia rítmica al que nos entregamos es también un modo de aludir a quienes nos debemos -lejanos y cercanos- sabe uno que, sencillamente, estamos viviendo la parte de mida que nos toca.

Un abrazo.

Єѕтnoм dijo...

Te invito a comer y a los cubatas. Los besos que prometes, antes, durante y/o después (como gustemos).
Este, ahora. Muacks!

Anónimo dijo...

Antes de todo: ¿quien da la vez? (yo no me quedo sin beso, aunque mejor me espero, cuando hayas regenerado, cual lagartija, los morritos desgastaos)

Yo te leo, no observo las imagenes, las miro y ya esta, porque ya esta todo dicho, en cambio leerte, aquí si que no hay vértices finitos, ni curvas que delimiten, ni horizonte que se suicide a los pies de gigantes que sostienen tu mundo, porque tus letras y mi imaginación crean la eternidad, y cuando termino se autodestruye, pero con pequeños rescoldos que guardan a la espera de un buen fuelle.

Venir aquí me hace sentir muy hippie, abierta y tolerante, porque te comparto (que posesivo es esto) y me gusta, tiramos línea, calculamos hipotenusas y te repartimos como buen@s herman@s, como debe ser, resulta agradable esta sensación de libertad.

No me gustan las cifras, las estadísticas (y eso que trabajé 6 meses en el INE), me ponen nerviosa tantos números y grupos, y subgrupos, y etiquetas, miles de ellas, todo para hacer de esta sociedad un bolso de meno, manejable, práctico, y vacío en realidad.

Tengo gente a la que ver, cafés pendientes, pelotas y patines, botas de montaña con el mono que no me dejan descansar, ahogan sus adicción en mis oídos y en alguna ocasión, aunque no se lo tengo en cuenta, han llegado a atarme los tobillos como acto de rebelión. Pero ayer empecé un libro, y parece que este lo terminaré, Los hijos de Bakunin de Antón Riveiro Coello, si es que una es roja hasta el tuétano, y la dedicatoria reza para que contagie mi ilusión y ganas de ser feliz... ¿será verdad? yo creo que tengo alguna parte amarga bajo la cáscara de nuez en la que existo.

A estas horas y ya la lio... te devuelvo el beso, pero ponte a mi verita y siéntate que quizá te tiemblen las piernas.

Anónimo dijo...

He leído y sonreído. Simplemente quiero dejar constancia de ello.
Y un saludiño.

maRia

Nikté dijo...

Enga tos pa el monte, total si venimos de las cabras.
A mi si no me besas me da igual.
Me duele la cabeza
He estado donde Carmen, eso me llevo esta mañana y mi quebradero de cabeza por lerte también y lo hago porque quiero, porque me da la gana.
Pero hoy te confieso que me has liao como la sandalia a la pata de un romano.

Ains

Margot dijo...

Ufff para entender algo estamos a estas alturas!! pero se intenta eh? Yo abro las orejas y los ojos, la médula, las ganas y hasta las rótulas y pongo empeño...

Lo demás, la sobresaturación, la repetición, la gimnasia rítmica o pasiva, los electrodos, el "esto ya lo he vivido" porque ya lo viví (no en deja vú, que no, en experiencia pegadita a las costillas), el sabor de un buen cubata, el amor, los almacenes, las puertas.... pues ahí está. Y?

Dejemonos de monsergas y bésame ya, pero ya!!

Churra dijo...

Yo tambien te beso Pedro , por todo todito y tambien me parece que ya te he besado antes . Un gusto por cierto .
Abrazos

Sintagma in Blue dijo...

Precioso blog el tuyo. Lo beberé a sorbitos.

Pedro M. Martínez dijo...

Oye, oye, ybris, seamos serios ¿A qué gimnasia rítmica te refieres?
...
Ah, vale, sí, claro, es de los ejercicios que más me gustan, bueno, el que más.

Jajajajajajajajajajajaja (disculpa)
Jajajajajajajajajajajaja Jajajajajajajajajajajaja Jajajajajajajajajajajaja Jajajajajajajajajajajaja
Un abrazo.

Pedro M. Martínez dijo...

єѕтησм, eres una antigua, ahora invitan los chicos.
(Qué tal si nos comemos)(los cubatas después que me quitan las ganas)
Estoy salao, ya ves.
Guapa.

Pedro M. Martínez dijo...

Tienes el 4, Maduixeta, estate atenta.
Oye, hippie, que uno está demasiao compartido, pa pocos trotes.
Pero siempre se puede hacer un intento.

Entre tú y o, si llego a saber antes esto de los blogs, puf, ni te cuento.
Lástima de tiempo perdido.

Creo que…

Nada, que estoy graciosillo.
La lluvia.
¿Cómo has sabido lo de las piernas?

Ah, ¿a qué monte subís en las fotos de tu página?

Pedro M. Martínez dijo...

maRia

(suspiro muy hondo)

Pedro M. Martínez dijo...

Nikté, ¿qué harás cuando seas una escritora famosa, con libro y todo, cuando firmes ejemplares en el cortinglés, cuando estés en las listas? ¿eh? ¿me seguirás saludando?
A Carmen le hace falta que estemos ahí.
Beso salvaje.

Pedro M. Martínez dijo...

Pero suave Margot, nada de estridencias, así, despacito, como se merece la ocasión. Voy p´allá.

Pedro M. Martínez dijo...

No importa, Churra, insistamos.
Y en los abrazos

Pedro M. Martínez dijo...

Vas a tener para tiempo Sintagma in Blue.
Te lo agradezco.
Saludos.

gaia07 dijo...

Si ayer a las 17,29 estabas en la puerta hoy a las 20,50 ya debes estar en el rincón más acogedor con tu amada. Nada, nada, ni te molesto. Dejo esto despacito pa no incomodar.
Si que he tenido a veces la sensación de que algo a mi alrededor se repetía, que ya lo había visto, pero la impresión era distinta. Tal vez porque yo no soy la misma que ayer. Seguramente. (Estas dichosas mutaciones, menos mal que son mentales y solo las noto yo)
Buen enfoque al final, jeje. ¡Qué me gustas che! Eso.

Єѕтnoм dijo...

Ybris, si esta es tu música, cada vez te acercas más al hombre perfecto.
Besitos para tí y para el discjokey.

Pedro M. Martínez dijo...

gaia07ayer era hoy y las 17,29 eran reales. Ahora son las 23.56 y vuelvo a casa. Llueve y está desapacible. No me molestas. Me agrada tu voz, siempre a su ritmo. Me maravilla lograr este buen rollito con lo rarito que soy (y con lo poco que me gustan los diminutivos) . Eso, bella, sepa usted que aquí – o sea, aquí- se le aprecia, mucho. Besos pasados por agua.

Pedro M. Martínez dijo...

єѕтησм, el bueno de Ybris posiblemente no sepa de qué le estoy hablando. Es pura amabilidad.
Lo de la música es un problema. No es fácil encontrarla en el formato que admite ese reproductor. Ya me gustaría colgar todo lo que me gusta. Es complicado y trabajoso. Pero tengo la suerte que de vez en cuando encuentro joyas perdidas por ahí.
El día que tenga la herramienta adecuada (me refiero a la musical, que te veo) escucharás música de verdad.
Aunque esta de ahora no está mal (entre 75 canciones algo habrá)
Oye, besitos nada, besos, así, beeeesos.

Єѕтnoм dijo...

El día que tengas la "herramienta adecuada" (me ves y te veo), que pasa simplemente por querer tenerla, escucharemos tu música, bajito o a toda pastilla, sentados con los ojos cerrados o dando saltos... o abrazados.
Eso.
¿Invitamos a Ybris? (otro día)

irene dijo...

A veces vengo y no leo, a veces leo y no comento, a veces leo y comento. Si no leo es porque no tengo tiempo, si no comento es porque no sé qué decir, pero lo que más me gusta es venir, leer y comentar, hoy por partida doble.
Somos muchos en este mundo (universal me refiero, no bloggero), creo que más de 6.500 millones, tiene que haber de todo y para todo en cantidades industriales, pero es igual, cada uno puede crearse su propio mundo.
Puedes irte a una cueva si quieres, pero llévate a la que amas y que sientes que tu cuerpo es el suyo, y que no conoces otra forma mejor de ser otro y tú y vosotros... no debes dejar fuera de tu cueva, a alguien que te hace sentir eso.
Un beso grandote.

Pedro M. Martínez dijo...

¿Qué hace una chica como tú єѕтησм, en un sitio como este, la madrugada de un sábado a las 3,06? Ay.
Cambio “herramienta” por “reproductor” (de música), eso , para escuchar, cusha.
De momento no le invitamos.

Pedro M. Martínez dijo...

Pues gracias por venir, leer y comentar, irene.
Y sí, estoy en mi cueva, la que amo está encendiendo el fuego, yo salgo en nada a cazar el diplodocus, somos muchos aquí, en este mundo superpoblado en el que todavía sale el sol. Hoy no, mira, llueve y llueve, se me van a hundir los jabalíes.
He leído tus razonamientos sobre el Amor. Eso. Cuando sientes que tu cuerpo es el de otro/a, y no conoces otra forma mejor de ser otro/a y tú y vosotros... eso es amor.
Y se disfruta de forma maravillosa.
Gracias, guapa, por venir, leer y comentar

Magnolio dijo...

Ays, la de cosas tontas que una tiene que hacer, sin tiempo para lo que realmente quiere hacer. Leerte, releerte, comentarte, o mejor, ¿Te invito a comer?.

¿En El Faro, Elanchove...?

Pedro M. Martínez dijo...

Magnolio, prefiero en El Faro. Así tenemos más tiempo para contarnos.
Deseo que estés bien. Un beso.

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