Cartas ingenuas
Mi amada, vivía en tu voz, la escuchaba sin siquiera entenderla, me bastaba con acumular el sonido, el tono, el final de besos y luciérnagas, la nieve acumulada sobre el tejado, la transparencia de su recompensa, la resurrección de mi carne, tu vida eterna, amén.
Como en un sagrario atesoraba voz y memoria, rumor de párpados y oscuridad, memoria y resignación, el cuchillo del silencio cortando mi fe con insolencia, el bisturí que inauguró el amor/sexo, la estela de la resistencia, la búsqueda visceral del borde del universo, lo otro, lo tuyo.
A tu lado me sentía diminuto y fugaz, acuclillado bajo tu espacio de flores serias, de jardines, del planeta de tu saber, paralelo a tu voz de consonantes, de vocales como rocío, de los verbos deslizándose por tu paladar, daba palmas por el privilegio de estar en el círculo de tu piel rosa, los días impares, días contados, horas marcadas, placidez tendida sobre la alfombra de…
Perdona, esta carta ¿es para mí?
Depende, ¿quién eres?
¿No reconoces mi voz?
Laura
No.
Carmen.
No.
Begoña.
No.
Elisa.
No.
Me rindo.
Si no sabes quién soy métete la carta donde te quepa.
Oh, lo siento. Vaya, que mal carácter tiene usted.
Gilipollas.
Gilipollas.
2 comments :
Damos demasiada importancia a los nombres... lo que importa, lo que queda, es el roce de una piel, las arrugitas en la comisura de unos labios, el tacto de un hombro sobre el que veías las puestas de sol... los nombres, los nombres no son nada..
¿ha colado?
Beauséant , los nombres son bastante, no creas, una confusión en un nombre te puede llevar al cadalso. Imagina eso que dices, ese momento del roce de una piel y llevado por la emoción susurras “Paqui” y ella se llama Mari Ángeles, te fulmina, ahí se acaba el roce, la relación, tu estabilidad psíquica y es posible que la física (menuda es Paqui). Hay que tener cuidado con los nombres. Un amigo me aconsejó homogeneizar, llamar a todos y a todas con un nombre genérico, por ejemplo a ellos “campeón” , “chavalote” también está bien, a ellas ya es más complicado porque se dan cuenta, “cariño” queda cursi pero es efectivo, “nena” nunca, ni “cari”, tonterías las mínimas que te crujen en cualquier despiste. Y no, lo tuyo no ha colado. Un abrazo.
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