Esteros.
Una estrecha cama donde estuvo el jardín. Una playa con un búnker, una barca olvidada y pájaros que huyen sobre las olas. Quiero inventar un cuento y he olvidado todas las historias, solo me queda el camino al polvorín, la chica que pasea un perro negro y el cuervo encaramado en la antigua iglesia. Todavía no he visto al demonio, alguien me vigila, no se me pasa el dolor del pecho, los pasos van y vienen, yo no voy.
2 comments :
El camino es siempre una historia por escribir, se escribe a cada paso, en cada encuentro con el perro negro, con el cuervo, con la chica... el demonio, el demonio siempre espera al final del camino, no lo termines nunca, por si acaso.
Beauséant , nunca he tenido contactos con el demonio y mira que me lo propusieron ¿eh?, con los caminos sí, soy peregrino por convicción. Es cierto que caminando se encuentran muchas historias, prefiero vivirlas que escribirlas. En esta distancia en la que me encuentro ahora las historias vienen a buscarme, como mucho las anoto. Primero vivir. Un abrazo.
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