Visto así.
No sé cuándo ocurrió, el momento exacto en el que comenzó la consunción del halo.
A partir de entonces no fue lo mismo, la única entrega de su cuerpo, ella ya no estaba.
No aprendí nada.
Pero espera, sí, sí aprendí, justo entonces se encendió el mío.
Demasiado tarde.
En su interior, ya había dicho no.
Como en la segunda parte de un partido ella era la que utilizaba mi cuerpo, mi ardor.
Ganó por goleada.
Una tragedia.
Sí, visto así, una tragedia
4 comments :
Todo humano tiene su interruptor, a veces se encuentra rápido y a veces no hay forma, o a lo mejor es que ni siquiera hay fluido eléctrico.. pero en tu texto es curioso, justo cuando a uno se le apaga, al otro se le enciende.. jaja ahora bien, lo que no entiendo es como ella apagada y él encendido, podría utilizarlo .. ¿ encontró una batería supletoria? Pobrecito, me lo imagino devorado por una mantis religiosa ; ) Un beso!
María, no estoy muy puesto en cuestión de interruptores, en ardores sí, también en fluidos eléctricos, de hecho he dado varias charlas en centros de jubilados y para un coro mixto de voces búlgaras. Lo importante es pasarlo bien, incluso escribiendo. Un abrazo que dure todo el fin de semana.
aprender, y comprender, las cosas cuando es demasiado tarde para hacer algo útil con ellas es mi definición de tragedia, sí.
Beauséant , lo que antes se decía a buenas horas mangas verdes
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