Comida
En una comida de compromiso, con personas desconocidas,, el comensal que
tengo a la derecha me cuenta su vida, casi completa, mili incluida, su
matrimonio, su separación, sus hijos a los que ve cada quincena; la señora
sentada a mi izquierda bebe cava y dos veces me ha rozado el muslo. Me aburre,
solo el Ribera del Duero que trasiego con deleite me ayuda a soportarlo. Cada
día me resultan más aburridas estas reuniones sociales. Hip.
4 comments :
Siempre que puedo me escapo de estas comidas, pero si no tengo forma ni manera, lo curioso es que suelo pasarlo bien, a lo mejor es por el vinito, como tú, sólo que yo bebería siempre blanco fresquito, no me gusta el tinto, aunque sea un Rivera.. Bueno, ya pasó ; )
Un beso!
María y lo de la señora ¿qué te parece? Que me sentí hombre objeto, bien es cierto que tengo unos muslos preciosos y tampoco me extraña pero así y todo, qué descaro. Tengo que decir que incluso me dejó su teléfono, el número de su móvil quiero decir. No le llamé, claro, se empieza por un muslo y a saber por dónde se acaba. No iré más a esas comidas.
Pensé que iba a llegar un giro final en el que ibas a decir que la de la izquierda era la ex del de la derecha. :D
Un abrazo.
Dorotea Hyde, tampoco hubiera estado mal ese giro pero estos días ando un poco pillado de tiempo y quizás de imaginación. Creo que debo centrarme y no dispersarme en tantas historias. Un abrazo.
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