Bella.
Ella es bella como una araña
ensimismada que se pellizca en la nostalgia, ha diseñado su propio laberinto de
pasillos nerviosos y paredes ondulantes, sabe que nunca encontrará la salida, a
lo sumo una puerta falsa a un cobarde mar con resacas y surfistas ciegos, se
sienta en una silla de enea, sube y baja
la lámpara mientras vigila la raya de la tristeza, es cierto que desde que se bañó en el río de la autoestima se quiere más, se ha enamorado de
sí misma, se mira al espejo y se dice piropos suaves, se quiere tanto que vive
en una casa desierta entre cuatro mares, no soporta a los otros, a esos,/ alguien
le dijo una vez, en otro siglo, antes, cuando solo había una cadena de
televisión, un telediario, un periódico, una idea, que en la estepa de los
sueños no existía el sexo, que esa actividad era apenas una excusa para
perpetuar un apellido, un instinto, la idea, alguien que te marque el teléfono
cuando ya no tengas dedos, ella que es bella como un paisaje de Islandia se lo
grabo en los muslos, se lo lee en la ducha y lo ha bordado en un estandarte que
pasea en los bautizos y los funerales, que se cose en el pecho –qué dolor- en
las noches de autocompasión y lágrimas por los fracasos del mediodía, por los
pájaros con cabeza de hombre que vuelan por su jardín, por la bruja debutante
que le da a mordisquear una manzana envenenada y roja ajena a pulsos ajenos//
la muerte es apenas un mastín negro y fiero, un perro feroz que acompaña sus
paseos solitarios entre las flores de sal,
vinagre y frutos secos, digamos que ella es bella de una belleza entre
Ava Gardner y Amanda Seyfried, de una belleza de herencia, con fotos perdidas
en una carpeta verde, con recuerdos amarillos y vaya usted a saber, que la edad
está en un papel húmedo y en el fondo de los ojos, que la malicia corre
obcecada por una carretera seca, bacheada, no apta para caminantes de mochila,
para náufragos, para poetas que confundan el edén con Satán, para aquellos que
sean capaces de embrujar las certezas y el desconcierto, de cambiar el curso de
los ríos, de llevar en la punta de los dedos un terremoto o una llave, una
caricia, un remedio o el plano que de fin al laberinto ///todo funciona
mientras sirve la palabra que turba, la palabra sirve mientras funciona, en el
corazón de lo que se dice está cómo se dice, ríos dulces de un paladar a otro
cuando luchan las lenguas, baño de jugos emanados, la palabra es una puta con
bragas negras y zapatos de tacón que sonríe con malicia y nos engaña, que nos
cobra con creces sus favores, sus mentiras, que nos vende amor iluso, bah, la
palabra //// ella, decía, es bella como una ceremonia de pasión, como dos cuerpos
desnudos dándose mutuo abrigo, como un caballo dormido bajo la lluvia en
Fisterra, como la risa de después, cuando todos se han ido y la fiesta ha
pasado, los platos sin recoger, los cubiertos alineados, comida aún para el
lunes, el salón con olor a tabaco y humo, un señor que nadie sabe quién es
dormido en el sofá, hay una barricada en el pasillo, las vecinas con miradas
feroces en el ascensor, ironía en las pupilas, un canario en la cabeza,
alimañas corriendo por el portal y ella, bella hasta la rutina, distante,
poseedora de un artilugio en los ojos, que me ve sin verme, sentada en un
tejado desgastado, llena de frío y miedo, con los brazos tendidos a la luna, a
esta parte de Gibraltar, ensimismada, sola, bella, ella.
2 comments :
Es terriblemente perfecto el devastador dibujo que meticulosamente has perfilado de esta bella de hielo on the rocks. …Ensimismada, sola, bella, ella. Enhorabuena! Otro texto para enmarcar : ) Un beso!
María lo bueno, o lo malo, es que es un retrato real, minucioso, a carboncillo. Muchas gracias. Feliz semana.
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