25.08.15
No conocía a David (Bowie). Sí he escuchado sus canciones pero no sería capaz de distinguir su voz más allá de Space Oddity o de Changes. Por casualidad me lo crucé una vez por Meatpacking. "Ese es Bowie" me dijeron. Pues muy bien. Es un cambio, durante un tiempo solo me he cruzado con las cabras alrededor del faro, pastando contra el viento, ajenas a las caravanas de alemanes que buscan la emoción de dormir en un paraje simbólico. Buscar el mito, volver a los orígenes, encontrarse en lo intimo, ahí estamos. Llueve, hoy también llueve, veo llegar a peregrinos con sus ponchos calados, "¿el albergue?" Y resulta que hay cien albergues, el negocio del Camino, de su fin. Es lo peor, llegar, adiós la emoción de la búsqueda, del descubrimiento cotidiano, de la amistad, de las confidencias, del cansancio, de caminar para llegar quién sabe dónde. Esto está agotado, el sábado me voy, vuelvo, no se si el termino es correcto, vuelvo, quizás es mejor sigo, el sábado sigo. Mientras tanto aquí estamos, un placer.
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