En menos de un minuto
La vida sigue.
Tengo las pruebas.
Te lo puedo demostrar en menos de un minuto.
El cronómetro está en marcha.
Los vigilantes de Cupido duermen, indiferentes al ladrido de los perros y al vuelo de las urracas.
Un hombre asa arenques junto a la tapia del cementerio.
A orillas del Guadalquivir, dos hermanas se debaten entre la curiosidad y la pena.
Aquel observador, fascinado, se refugió en la viña.
Mil carcajadas se clavan en el adolescente con acné y sueños rotos; o a él se lo parece.
Un fondo inhóspito de pararrayos y cúpulas ennegrecidas por la suciedad.
El perro zamarrea entre los dientes un guante blanco, sucio y roto.
Un cuadro con Aníbal cruzando los Alpes a lomos de un elefante; Aníbal no era zurdo.
Juan, vestido con ropas de mujer, mirándose al espejo.
Un beso.
La mujer sentada en lo alto de una torre tiende su capa a merced del viento.
Un verdugo rezando el santo rosario. Ora pro nobis.
Los ojos de la indiferencia, las trampas del juego, el azar del amor.
Una escala trepando hacia el cielo.
Un loco pesca debajo de una red.
El dulce aroma de las flores del engaño. Por favor, envíeme dos ramos a esta dirección.
Una tertulia alrededor de la mesa del mundo; se ha derramado el vino.
Los pájaros ladrones picotean en el maizal.
Una niña vestida de inocencia.
Un bombero apagando el fuego de su soledad.
Ese gato se está comiendo los arenques de antes. ¿Recordáis?
55 segundos.
Espera, espera, no vale porque se me ha parado antes de tiempo. ¿Estará estropeado?
Empezamos otra vez.
La vida sigue.
Tengo las pruebas.
¿O no?
Pieter Brueghel el Viejo
2 comments :
Sí la vida sigue...eso dicen los que la siguen. Los perdidos como yo, pues me leo este escrito dos veces porque me ha gustado. Mirando si queda algún arenque y en el borde del precipio ( Dicen que es cuando cambiamos ) para vivir...seguir viviendo? Un dilema...hace frio, cansancio. Hay que dormir. Será eso ni sé. Buenas noches Pedro. Gracias por tus letras. Ni caso a lo que digo, que ni sé lo qué he dicho..
Sí, tienes las pruebas y las has puesto sobre la mesa, Pedro. Tu texto conforma por sí mismo todo un abigarrado cuadro de Brueghel. Me ha gustado, porque incluye infinidad de colores y sabores. La vida misma...
Un saludo.
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